4. Pues bien, montañas de Israel, escuchen la palabra de Yavé. Esto dice a las montañas y a las colinas, a los barrancos y a los valles, a las ruinas devastadas y a las ciudades abandonadas que se transformaron en presa y entretención para lo que quedaba de sus vecinos:





“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina