Encontrados 32 resultados para: Antioquía

  • El rey, tomando la otra mitad del ejército, partió de Antioquía, capital del reino, el año ciento cuarenta y siete. Atravesó el río Eufrates y continuó su marcha a través de las provincias superiores. (1 Macabeos 3, 37)

  • Lisias vio que su ejército se desanimaba, mientras que los hombres de Judas se entusiasmaban hasta el punto de estar dispuestos a vivir o morir gloriosamente. Partió, pues, hacia Antioquía, y allí reclutó mercenarios para agrandar su ejército, con el propósito de volver a Judea. (1 Macabeos 4, 35)

  • Luego partió de prisa y volvió a Antioquía, donde encontró a Filipo dueño de la ciudad, y tuvo que luchar contra él y tomar la ciudad por la fuerza. (1 Macabeos 6, 63)

  • Al saberlo el rey Alejandro, quedó muy desconcertado y se volvió a Antioquía. (1 Macabeos 10, 68)

  • Tolomeo entró entonces en Antioquía y se ciñó la corona de Asia. Tuvo así dos reinos: el de Egipto y el de Asia. (1 Macabeos 11, 13)

  • Jonatán le mandó para Antioquía tres mil hombres valientes; cuando se presentaron al rey, éste se alegró mucho. (1 Macabeos 11, 44)

  • Trifón se apoderó de los elefantes y ocupó Antioquía. (1 Macabeos 11, 56)

  • Cuando Onías ya no pudo dudar de lo que había hecho Menelao, se refugió en Dafne, cerca de Antioquía, lugar de asilo, y desde allí lo denunció. (2 Macabeos 4, 33)

  • Antíoco, llevando consigo mil ochocientos talentos que había robado del Templo, partió rápidamente para Antioquía, tan orgulloso que se hubiera creído capaz de navegar por tierra y andar a pie por el mar. (2 Macabeos 5, 21)

  • quedó humillado con el auxilio de Dios por aquellos mismos que él había despreciado. Despojado de su rico traje, huyendo a través de los campos como fugitivo, llegó a Antioquía demasiado feliz todavía de haber escapado a la destrucción de su ejército. (2 Macabeos 8, 35)

  • estudien ustedes con cuidado el asunto y mándennos en seguida a alguien, a fin de que nosotros podamos exponerle al rey todo de un modo favorable para ustedes, pues ahora nos dirigimos a Antioquía. Dense prisa, pues, en enviarnos a algunos de ustedes para que conozcamos sus planteamientos. (2 Macabeos 11, 37)

  • Supo entonces que Filipo, a quien había dejado en Antioquía como jefe del gobierno, se había rebelado, y quedó consternado. Pidió la paz a los judíos y juró complacer sus justas peticiones; (2 Macabeos 13, 23)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina