Encontrados 211 resultados para: Cuerpo

  • Para ellos no existe el sufrimiento, su cuerpo está gordo y lleno de salud. (Salmos 73, 4)

  • De tanto ayuno flaquean mis rodillas y mi cuerpo, sin grasa, ha enflaquecido; (Salmos 109, 24)

  • El, ya casi al morir, dijo, gimiendo: «El Dios Santo, que todo lo ve, sabe que pudiendo librarme de la muerte sufro en mi cuerpo tormentos atroces. Mas en mi alma sufro gustoso por el respeto que le tengo.» (2 Macabeos 6, 30)

  • Cuando el primero dejó de este modo la vida, trajeron al suplicio al segundo. Después de haberle arrancado la piel de la cabeza con los cabellos, le preguntaron: «¿Qué prefieres comer, carne de cerdo o ser torturado en todo tu cuerpo?» (2 Macabeos 7, 7)

  • «No me explico cómo nacieron de mí; no fui yo la que les dio el aliento y la vida; no fui yo la que les ordenó los elementos de su cuerpo. (2 Macabeos 7, 22)

  • Yo con mis hermanos entrego mi cuerpo y mi vida por las leyes de mis padres, invocando a Dios para que pronto se apiade de nuestra raza, y tú, con tormentos y azotes, llegues a confesar que él es el único Dios. (2 Macabeos 7, 37)

  • Pero el Señor que todo lo ve, el Dios de Israel, lo castigó con una enfermedad incurable de carácter interno. Acababa de hablar cuando sintió en su estómago un dolor insoportable y comenzó a ser torturado en todo su cuerpo. (2 Macabeos 9, 5)

  • Enfurecido contra los judíos, dio orden de apresurar aún más la marcha. Pero, como su carro corría muy fuerte, Antíoco cayó y se le descompuso todo el cuerpo. (2 Macabeos 9, 7)

  • Tan podrido estaba su cuerpo que hasta gusanos tenía y sus carnes, vivas aún, caían a pedazos entre desgarramientos y dolores. Su fetidez era intolerable y apartaba a todo el ejército. (2 Macabeos 9, 9)

  • Su compañero Filipo transportó su cuerpo y, luego, se retiró a Egipto, a la corte de Tolomeo Filometor, porque temía al hijo de Antíoco. (2 Macabeos 9, 29)

  • Eso será un remedio para tu cuerpo, y allí encontrarás el vigor. (Proverbios 3, 8)

  • Porque son vida para el que las acoge, son un remedio para el cuerpo. (Proverbios 4, 22)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina