Encontrados 19 resultados para: Danos

  • Cuando s acabó la plata de Egipto y de Canaán, todos los egipcios comenzaron a llegar donde José para decirle: «Danos pan, ¿acaso nos vas a dejar morir porque se nos terminó el dinero?» (Génesis 47, 15)

  • Tú no puedes vernos morir a nosotros y nuestras tierras; compranos, pues, a nosotros y nuestras tierras, a cambio de pan, y seremos nosotros y nuestras tierras propiedad de Faraón. Danos trigo para que no muramos; así viviremos y nuestra tierra no quedará desolada.» (Génesis 47, 19)

  • Le reclamaron a Moisés, diciendo: «Danos agua para beber.» Moisés les contestó: «¿Por qué me reclaman ustedes a mí?, ¿por qué tientan a Yavé?» (Exodo 17, 2)

  • Todo el pueblo viene a mí para decirme: ¡Danos carne, queremos comerla! Pero, ¿de dónde voy a sacar carne para dársela? (Números 11, 13)

  • y le dijeron: «Tú ya estás viejo y tus hijos no siguen tus ejemplos. Pues bien, danos un rey para que nos gobierne, como hacen los reyes en todos los países.» (1 Samuel 8, 5)

  • A Samuel no le gustó nada que le hubieran dicho: «Danos un rey para que nos gobierne»; e invocó a Yavé. Y Yavé dijo a Samuel: «Dale a tu pueblo lo que te pide. (1 Samuel 8, 6)

  • Pero ustedes, hoy día, han despreciado a su Dios, que los salvó de todos sus males y aprietos, y han dicho: No, danos un rey que nos gobierne. Por eso, ahora, preséntense delante de Yavé, distribuidos por tribus y familias.» (1 Samuel 10, 19)

  • Entonces los jefes de Jabés le contestaron: «Danos un plazo de siete días. Vamos a mandar mensajeros por todo el territorio de Israel, y si no hay nadie que nos ayude, entonces nos rendiremos a ti.» (1 Samuel 11, 3)

  • Danos tu ayuda contra el enemigo, pues de nada sirve la ayuda del hombre. (Salmos 60, 13)

  • ¡Haz, Señor, que veamos tu bondad y danos tu salvación! (Salmos 85, 8)

  • Danos tu ayuda contra el opresor, pues la ayuda humana es ilusoria. (Salmos 108, 13)

  • ¡Danos, oh Señor, la salvación, danos, oh Señor, la victoria! (Salmos 118, 25)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina