Encontrados 13 resultados para: Lamentación

  • Tomé mi cítara para la lamentación y mi flauta se puso a tono con las lloronas. (Job 30, 31)

  • Todo el pueblo de Israel estuvo de duelo por él y lo lloró durante muchos días, repitiendo esta lamentación: (1 Macabeos 9, 20)

  • Hijo mío, derrama lágrimas por un muerto y entona la lamentación que expresará tu dolor. Luego entierra su cuerpo como se debe, no descuides nada referente a su sepultura. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 16)

  • Córtate tus cabellos largos y tíralos. Entona sobre los cerros pelados una lamentación. Porque Yavé ha despreciado y rechazado a esta generación a la que aborrece.» (Jeremías 7, 29)

  • Ustedes, mujeres, escuchen la palabra de Yavé, reciban sus oídos la palabra de su boca, enseñen a sus hijas este canto fúnebre, y, unas a otras, esta lamentación: (Jeremías 9, 19)

  • Y así como se quemaron perfumes para tus antepasados, los reyes que gobernaron antes que tú, así también se quemarán en tu honor y se recitará por ti la lamentación «¡Ay, Señor!», pues soy yo quien lo afirma, dice Yavé. (Jeremías 34, 5)

  • Vas a pronunciar una lamentación respecto a los príncipes de Israel. (Ezequiel 19, 1)

  • (Un fuego que salió de su tronco devoró sus sarmientos y sus racimos.) ¿Qué le pasó? No más rama vigorosa, no más cetro real. Es una lamentación, y ¡cuánto no se lamentarán! (Ezequiel 19, 14)

  • "Hijo de hombre, pronuncia una lamentación referente a Tiro: (Ezequiel 27, 2)

  • Por ti se rapan la cabeza y se visten de sacos; muy afligidos, dejarán oír sus lamentos, una amarga lamentación. (Ezequiel 27, 31)

  • "Hijo de hombre, entona esta lamentación por el rey de Tiro. Le dirás esta palabra de Yavé:" Tú eras la obra maestra,lleno de sabiduría, y de una belleza perfecta. (Ezequiel 28, 12)

  • Escuchen estas palabras que yo pronuncio contra ustedes, una lamentación por ti, Israel: (Amós 5, 1)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina