Encontrados 313 resultados para: Madre

  • Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa. (Evangelio según San Juan 19, 27)

  • Todos ellos perseveraban juntos en la oración en compañia de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (Hecho de los Apóstoles 1, 14)

  • Pedro se orientó y fue a la casa de María, madre de Juan, llamado también Marcos, donde muchos estaban reunidos en oración. (Hecho de los Apóstoles 12, 12)

  • Saluden a Rufo, elegido del Señor, y a su madre, que ha sido para mí como una segunda madre. (Carta a los Romanos 16, 13)

  • Pero un día, a Aquel que me había escogido desde el seno de mi madre, por pura bondad le agradó llamarme (Carta a los Gálatas 1, 15)

  • En cambio, la Jerusalén de arriba es libre y es nuestra madre. (Carta a los Gálatas 4, 26)

  • La Escritura dice: Alégrate, mujer estéril y sin hijos; estalla en gritos de alegría, tú que no has conocido los dolores de parto; pues muchos serán los hijos de la madre abandonada, más que los de la que tenía marido. (Carta a los Gálatas 4, 27)

  • La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa, y los dos no formarán sino un solo ser. (Carta a los Efesios 5, 31)

  • Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a tu madre. (Carta a los Efesios 6, 1)

  • a pesar de que, como apóstoles de Cristo, hubiéramos podido ser pesados. Por el contrario nos hicimos pequeños entre ustedes, imitando a la madre que juega con su criatura. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 7)

  • Recuerdo tu fe sincera. Así eran tu abuela Loide y tu madre, Eunice, y estoy convencido de que la recibiste de ellas. (2º Carta a Timoteo 1, 5)

  • No se mencionan ni su padre ni su madre; aparece sin antepasados. Tampoco se encuentra el principio ni el fin de su vida. Aquí tienen, pues, la figura del Hijo de Dios, el sacerdote que permanece para siempre. (Carta a los Hebreos 7, 3)


“Se você tem dúvidas sobre a fé é exatamente porque tem fé!” São Padre Pio de Pietrelcina