Encontrados 451 resultados para: Pecado

  • En cambio, siempre que la sangre de la víctima por el pecado haya sido introducida en la Tienda de las Citas para hacer la expiación, no se comerá, sino que se echará al fuego. (Levítico 6, 23)

  • El ritual será el mismo para la víctima por el pecado y para la víctima por el delito. La víctima pertenece al sacerdote que hace la expiación. (Levítico 7, 7)

  • El que al tercer día comiere carne del sacrificio de comunión, su sacrificio no sería recibido por Dios, y no sería de ningún provecho para el que lo ofreció; sería una cosa fea y el que la comiere cargaría con un pecado. (Levítico 7, 18)

  • Este es el ritual del holocausto, de la ofrenda, del sacrificio por el pecado y por el delito, y del sacrificio de comunión. (Levítico 7, 37)

  • «Toma contigo a Aarón y a sus hijos, y también sus vestiduras, el óleo de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura. (Levítico 8, 2)

  • Después hizo traer el novillo para el sacrificio por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del novillo. (Levítico 8, 14)

  • «Trae un ternero para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto, ambos sin defecto, para ofrecerlos ante Yavé. (Levítico 9, 2)

  • Luego hablarás a los hijos de Israel para decirles: Tomen un macho cabrío para el sacrificio por el pecado y un ternero y un cordero, ambos de un año y sin defecto, para el holocausto; (Levítico 9, 3)

  • Y Moisés dijo a Aarón: «Acércate al altar y ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto, haciendo así la expiación por ti mismo y por los tuyos. También presenta la ofrenda del pueblo y haz la expiación por ellos, como Yavé lo ha ordenado.» (Levítico 9, 7)

  • Acercándose Aarón al altar sacrificó el ternero por su propio pecado. (Levítico 9, 8)

  • Quemó luego la grasa sobre el altar junto con los riñones y la telilla del hígado de la víctima por el pecado, como Yavé había mandado a Moisés, (Levítico 9, 10)

  • Aarón, levantando las manos hacia el pueblo, lo bendijo, y luego descendió, pues terminaba de ofrecer el sacrificio por el pecado, el holocausto y el sacrificio de comunión. (Levítico 9, 22)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina