Encontrados 387 resultados para: Vino

  • Entonces vino el rey David y se instaló en presencia de Yavé y le dijo: «¿Quién soy yo, Señor Yavé, y qué es mi fami lia para que me hayas elevado tanto? (2 Samuel 7, 18)

  • Amnón se acostó y fingió estar enfermo. Vino el rey a visitarlo, y Amnón le dijo: «Permite que venga mi hermana Tamar y prepare delante de mí un par de tortas; yo las tomaré de su mano.» (2 Samuel 13, 6)

  • y dio esta orden a sus servidores: «Cuando Amnón esté alegre por el vino y yo les diga: ¡Atáquenlo!, ustedes lo matarán. No tengan miedo en hacerlo, pues soy yo quien se lo manda. ¡Animo, y no se acobarden!» (2 Samuel 13, 28)

  • Apenas pasó David la cumbre, vino a su encuentro Sibá, servidor de Mipibaal, con un par de burros cargados con doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de la estación y un botellón de vino. (2 Samuel 16, 1)

  • Como el rey le preguntaba qué iba a hacer con eso, respondió: «Los burros son para que monte en ellos la familia del rey; el pan y las frutas, para que se alimenten los jóvenes; el vino, para que beban los que se cansen en el desierto.» (2 Samuel 16, 2)

  • Jusay, el arquita, amigo de David, le vino a saludar: «¡Viva el rey!» (2 Samuel 16, 16)

  • Entonces el rey se levantó y se sentó junto a la puerta. Cuando se supo que el rey estaba sentado a la puerta, vino todo el ejército a presentarse delante de él.Los de Israel habían huido cada uno a su hogar. (2 Samuel 19, 9)

  • Lo acompañaban mil hombres de la tribu de Benjamín. También Sibá, mayordomo de la familia de Saúl, vino con sus quince hijos y veinte servidores. Pasaron el Jordán antes que el rey y se pusieron a su disposición, (2 Samuel 19, 18)

  • También vino a su encuentro Mipibaal, hijo de Saúl, que no se había lavado los pies ni las manos, ni arreglado su bigote, ni lavado su ropa, desde el día en que el rey se había marchado hasta que volvió en paz. (2 Samuel 19, 25)

  • Pero Abisaí, hijo de Sarvia, vino en su ayuda e hirió de muerte al filisteo. Entonces, los hombres de David le pidieron con insistencia: «No salgas más con nosotros a la guerra para que no se apague la antorcha de Israel.» (2 Samuel 21, 17)

  • La reina de Saba había tenido noticias de la fama de Salomón y vino a preguntarle sobre cuestiones muy difíciles. (1 Reyes 10, 1)

  • Al tercer día Jeroboam, con todo Israel, vino donde el rey, conforme a lo que les había dicho. (1 Reyes 12, 12)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina