Encontrados 228 resultados para: carne

  • Entiéndanme bien, hermanos: lo que es carne y sangre no puede entrar en el Reino de Dios. En la vida que nunca terminará no hay lugar para las fuerzas de descomposición. (1º Carta a los Corintios 15, 50)

  • Y precisamente para que no me pusiera orgulloso después de tan extraordinarias revelaciones, me fue clavado en la carne un aguijón, verdadero delegado de Satanás, cuyas bofetadas me guardan de todo orgullo. (2º Carta a los Corintios 12, 7)

  • ¡Qué tontos son! ¡Empezar con el espíritu para terminar con la carne! (Carta a los Gálatas 3, 3)

  • Pero así como entonces el hijo según la carne perseguía a Isaac, hijo según el espíritu, lo mismo pasa ahora. (Carta a los Gálatas 4, 29)

  • Nuestra vocación, hermanos, es la libertad. No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino del amor por el que nos hacemos esclavos unos de otros. (Carta a los Gálatas 5, 13)

  • Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne. (Carta a los Gálatas 5, 16)

  • Pues los deseos de la carne se oponen al espíritu, y los deseos del espíritu se oponen a la carne. Los dos se contraponen, de suerte que ustedes no pueden obrar como quisieran. (Carta a los Gálatas 5, 17)

  • Es fácil reconocer lo que proviene de la carne: libertad sexual, impurezas y desvergüenzas; (Carta a los Gálatas 5, 19)

  • Los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus impulsos y deseos; (Carta a los Gálatas 5, 24)

  • No se engañen, nadie se burla de Dios: al final cada uno cosechará lo que ha sembrado. El que siembra en la carne, y en la propia, cosechará de la carne corrupción y muerte. (Carta a los Gálatas 6, 7)

  • El es nuestra paz. El ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo. En su propia carne (Carta a los Efesios 2, 14)

  • Ahora me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes, pues así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo para bien de su cuerpo, que es la Iglesia. (Carta a los Colosenses 1, 24)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina