Encontrados 86 resultados para: inteligencia

  • Pero también comprendía que el único medio para tenerla era que Dios me la diera, y ya era una señal de inteligencia el haberlo comprendido. Por eso me volví al Señor y le supliqué; le dije con todo mi corazón: (Sabiduría 8, 21)

  • La sabiduría fue creada antes de cualquier cosa, la inteligencia que todo lo dispone viene de más lejos que el principio del tiempo. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 4)

  • El Señor la vio y la midió; dejó caer una lluvia de saber y de inteligencia; los que tienen la sabiduría no pueden disimularla. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 19)

  • No te apartes de la doctrina de los ancianos, pues ellos la aprendieron de sus padres; abrirán tu inteligencia y te harán capaz de responder oportunamente. (Sirácides (Eclesiástico) 8, 9)

  • Un rey sin sabiduría es la ruina de su pueblo; una ciudad prospera gracias a la inteligencia de sus jefes. (Sirácides (Eclesiástico) 10, 3)

  • Lo alimentará con el pan de la inteligencia y le dará a beber el agua de la sabiduría. (Sirácides (Eclesiástico) 15, 3)

  • Los llenó de saber y de inteligencia, y les enseñó el bien y el mal. (Sirácides (Eclesiástico) 17, 7)

  • La arena, la sal y una masa de hierro son más soportables que un hombre sin inteligencia. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 15)

  • El hombre sabio instruye a su propio pueblo: uno puede fiarse de los frutos de su inteligencia. (Sirácides (Eclesiástico) 37, 23)

  • Si el Señor sublime lo ha decidido así, lo llenará del espíritu de inteligencia. Entonces entregará, como una lluvia, palabras de sabiduría, y dará gracias al Señor en su oración. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 6)

  • Mucha gente alabará su inteligencia, la que nunca pasará al olvido; su recuerdo no desaparecerá y su nombre se mantendrá vigente de generación en generación. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 9)

  • ¡Oh Salomón, qué sabio fuiste en tu juventud, igual que un río desbordabas inteligencia! (Sirácides (Eclesiástico) 47, 14)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina