Encontrados 228 resultados para: llamó

  • Y cuando los días de su vida se acercaron a su fin, llamó a su hijo José y le dijo: «Si me aprecias de veras, te ruego que coloques tu mano bajo mi muslo, y me prometas que no me sepultarás en Egipto; en esto reconoceré tu amor y fidelidad. (Génesis 47, 29)

  • Jacob llamó a sus hijos y les dijo: «Reúnanse, que les voy a anunciar lo que sucederá en el futuro. (Génesis 49, 1)

  • Los cananeos que vivían allí, al ver los funerales que se hacían en Gorén-Atad, se dijeron: «Estos son unos funerales muy solemnes de los egipcios.» Por eso aquel lugar se llamó Abel-Misraim (o sea, duelo de los egipcios) y está al otro lado del Jordán. (Génesis 50, 11)

  • Entonces el rey llamó a las parteras y les dijo: «¿Por qué han actuado así, dejando con vida a los niños?» (Exodo 1, 18)

  • Así que la joven fue y llamó a la madre del niño. La hija de Faraón le dijo: «Toma este niño y críamelo, que yo te pagaré.» Y la mujer tomó al niñito para criarlo. (Exodo 2, 9)

  • Habiendo crecido el niño, ella lo llevó a la hija de Faraón, y pasó a ser para ella como su hijo propio. Ella lo llamó Moisés, pues, dijo, «lo he sacado de las aguas.» (Exodo 2, 10)

  • Y como diera a luz un hijo, Moisés lo llamó Guersón, pues dijo: Soy forastero en tierra extraña. (Exodo 2, 22)

  • Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy.» (Exodo 3, 4)

  • Faraón entonces llamó a sus sabios y brujos, los cuales hicieron algo semejante con sus fórmulas secretas; (Exodo 7, 11)

  • Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón y les dijo: «Pidan a Yavé que aleje de mí y de mi país estas ranas, y yo dejaré que su pueblo salga para ofrecer sacrificios a Yavé.» (Exodo 8, 4)

  • Dicho esto, se fueron Moisés y Aarón. Moisés llamó a Yavé por el asunto de las ranas, ya que se había comprometido con Faraón, (Exodo 8, 8)

  • Inmediatamente Faraón llamó a Moisés y a Aarón. Les dijo: «He pecado contra Yavé, el Dios de ustedes, y contra ustedes. (Exodo 10, 16)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina