Encontrados 616 resultados para: palabras

  • Este es el que estaba con nuestros padres en la asamblea del desierto, con el ángel que le hablaba en el Monte Sinaí, y el que recibió las palabras de vida para comunicárselas a ustedes. (Hecho de los Apóstoles 7, 38)

  • Pedro seguía llamando. Cuando abrieron y vieron que era él, se quedaron sin palabras. (Hecho de los Apóstoles 12, 16)

  • Es un hecho que los habitantes de Jerusalén y sus jefes no lo reconocieron, sino que lo procesaron, cumpliendo con esto las palabras de los profetas que se leen todos los sábados. (Hecho de los Apóstoles 13, 27)

  • Los que no eran judíos se alegraban al oír estas palabras y tomaban en consideración el mensaje del Señor. Y creyeron todos los que estaban destinados para una vida eterna. (Hecho de los Apóstoles 13, 48)

  • Aun con estas palabras, difícilmente consiguieron que el pueblo no les ofreciera un sacrificio, y que volvieran cada uno a su casa. (Hecho de los Apóstoles 14, 18)

  • Llegaron algunos de Judea que aleccionaban a los hermanos con estas palabras: «Ustedes no pueden salvarse, a no ser que se circunciden como lo manda Moisés.» (Hecho de los Apóstoles 15, 1)

  • Nos hemos enterado de que algunos de entre nosotros los han inquietado y perturbado con sus palabras. No tenían mandato alguno nuestro. (Hecho de los Apóstoles 15, 24)

  • Una de ellas se llamaba Lidia, y era de las que temen a Dios. Era vendedora de púrpura y natural de la ciudad de Tiatira. Mientras nos escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que aceptase las palabras de Pablo. (Hecho de los Apóstoles 16, 14)

  • y se despidió de ellos con estas palabras: «Si Dios quiere, volveré de nuevo por aquí.» Y se fue de Efeso por mar. (Hecho de los Apóstoles 18, 21)

  • Con este ejemplo les he enseñado claramente que deben trabajar duro para ayudar a los débiles. Recuerden las palabras del Señor Jesús: «Hay mayor felicidad en dar que en recibir.» (Hecho de los Apóstoles 20, 35)

  • Hasta este punto la gente estuvo escuchando a Pablo, pero al oír estas últimas palabras, se pusieron a gritar: «¡Mata a ese hombre! ¡No tiene derecho a vivir!» (Hecho de los Apóstoles 22, 22)

  • Félix, que estaba bien informado sobre el Camino, postergó el caso con estas palabras: «Cuando baje el comandante Lisias, resolveré este caso.» (Hecho de los Apóstoles 24, 22)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina