Encontrados 42 resultados para: pecho

  • Otra vez Yavé le dijo: «Mete la mano en tu pecho.» Lo hizo, y la sacó cubierta de lepra, blanca como la nieve. (Exodo 4, 6)

  • «Vuelve a meter tu mano en el pecho.» Lo hizo y, al sacarla, su mano estaba tan sana como el resto de su cuerpo. (Exodo 4, 7)

  • Y así Aarón, siempre que entre en el Santuario, llevará sobre su pecho, en el Pectoral del Juicio, los nombres de los doce hijos de Israel, para recordarlos siempre en presencia de Yavé. (Exodo 28, 29)

  • Luego tomarás el pecho del carnero sacrificado para la consagración de Aarón y lo ofrecerás llevándolo ante Yavé: ésta será tu parte. (Exodo 29, 26)

  • Consagrarás el pecho que ha sido mecido y la espaldilla que ha sido puesta aparte, todo lo que ha sido mecido o separado del carnero para la consagración de Aarón y de sus hijos. (Exodo 29, 27)

  • Con sus propias manos llevará lo sacrificado por el fuego para Yavé, o sea, la grasa junto con el pecho, y el pecho será mecido ante Yavé. (Levítico 7, 30)

  • El sacerdote quemará la grasa sobre el altar; el pecho será para Aarón y sus hijos. (Levítico 7, 31)

  • Yo quito a los hijos de Israel, de sus sacrificios de comunión, el pecho que fue mecido y el pernil que fue puesto aparte, para dárselos al sacerdote Aarón y a sus hijos. Este será para siempre derecho suyo entre los hijos de Israel. (Levítico 7, 34)

  • Moisés tomó entonces el pecho y lo meció como ofrenda mecida ante Yavé; esta porción del carnero de la consagración fue la parte de Moisés, como Yavé se lo había mandado. (Levítico 8, 29)

  • las pusieron sobre el pecho de las víctimas, y él las quemó sobre el altar. (Levítico 9, 20)

  • Tú, y contigo tus hijos e hijas, comerán también en lugar puro el pecho que ha sido mecido y el pernil que ha sido separado, pues son la parte que te corresponde a ti y tus hijos en los sacrificios de comunión que los hijos de Israel me presentan. (Levítico 10, 14)

  • Los hijos de Israel traerán además de las grasas que van a ser quemadas, el pernil que fue separado y el pecho que fue mecido. Los mecerán ante Yavé, y luego serán para ti y tus hijos para siempre, según lo ha ordenado Yavé.» (Levítico 10, 15)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina