Encontrados 96 resultados para: quiso
Llamó a Joab para enviarlo al rey, pero Joab no quiso ir. Lo llamó por segunda vez, pero tampoco quiso ir. (2 Samuel 14, 29)
(Los gabaonitas no pertenecían al pueblo de Israel, sino que eran descendientes de los amorreos. Habían hecho alianza con los israelitas y a pesar de ello, Saúl, en cierta ocasión, quiso exterminarlos, pensando hacer algo bueno para Israel y Judá.) (2 Samuel 21, 2)
Entonces los tres héroes penetraron en el campamento de los filisteos, sacaron agua del pozo que está en la puerta de Belén y se la ofrecieron a David. Pero él no quiso beberla, sino que la derramó como ofrenda a Yavé, (2 Samuel 23, 16)
diciendo: «No permita Yavé que yo haga tal cosa. ¿No es la sangre de esos hombres que arriesgaron su vida por ir a buscarla?» Y no quiso beber. Esto hicieron los tres héroes. (2 Samuel 23, 17)
Tú sabes, además, lo que me ha hecho Joab, hijo de Sarvia: cómo asesinó a los dos generales del ejército de Israel, Abner y Amasá. Quiso vengarse en tiempo de paz de las muertes que hubo durante la guerra. Con esa sangre, no sólo manchó sus ropas y sus zapatos, sino también mi fama. (1 Reyes 2, 5)
Cuando Salomón hubo terminado la Casa de Yavé, el palacio real y todo cuanto quiso construir, (1 Reyes 9, 1)
todas las ciudades de aprovisionamiento que tenía Salomón, las ciudades de los carros de guerra y las de las tropas de a caballo, y todo cuanto Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio. (1 Reyes 9, 19)
Salomón dio a la reina de Saba todo cuanto ella quiso; además le hizo regalos como sólo él podía hacerlos. Después, ella se marchó y volvió a su país con toda su gente. (1 Reyes 10, 13)
se le unieron algunos hombres y se hizo bandolero. Por eso David quiso matarlos. Pero se apoderó de Damasco y allí se estableció. (1 Reyes 11, 24)
Entre tanto una palabra de Yavé llegó a uno de los hermanos profetas, que dijo a su compañero: «Hiéreme.» Pero el hombre no quiso herirlo. (1 Reyes 20, 35)
Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Ajab: «Levántate y toma posesión de la viña de Nabot, el de Jezrael, que no te la quiso vender por dinero, pues ya no vive, ha muerto.» (1 Reyes 21, 15)
Sin embargo, Yavé no quiso exterminar a Judá por amor a su siervo David, según la promesa que le había hecho de mantener siempre encendida su lámpara, lo que se refería a sus hijos. (2 Reyes 8, 19)