Encontrados 70 resultados para: real

  • Estaba éste sentado en su trono real, aparecía muy respetable, revestido de los ornamentos con que se presentaba en público y resplandeciente de oro y piedras preciosas. Levantando sus ojos, que impresionaban por su seriedad, los fijó en Ester, muy enojado. (Ester 15, 10)

  • Escoltadas de alegría y júbilo, van entrando al palacio real. (Salmos 45, 16)

  • Al que sorprendían con el libro de la Alianza y al que cumplía con los preceptos de la Ley, lo mataban. Pues así lo ordenaba el decreto real. (1 Macabeos 1, 57)

  • Dejó, pues, a Lisias, hombre noble y de familia real, encargado de los asuntos del gobierno desde el río Eufrates hasta la frontera de Egipto, (1 Macabeos 3, 32)

  • para decirle: «Hemos detenido a tu hermano Jonatán a causa del dinero que debe al tesoro real por el cargo que desempeñaba. (1 Macabeos 13, 15)

  • Así, provisto del mandato real, regresó sin nada digno de un sumo sacerdote, sino más bien con el furor de un cruel tirano y la rabia de una fiera salvaje. (2 Macabeos 4, 25)

  • Ustedes son los representantes de su poder real; ahora bien, si no han juzgado conforme a la justicia, ni han observado su ley, ni procedido según la voluntad de Dios, (Sabiduría 6, 4)

  • tu Palabra omnipotente se lanzó desde lo alto de los cielos, donde está junto a tu trono real, y se precipitó como un guerrero furioso sobre el país condenado al exterminio. Llevaba como espada acerada tu irrevocable decisión; (Sabiduría 18, 15)

  • Y serás una corona preciosa en manos de Yavé, un anillo real en el dedo de tu Dios. (Isaías 62, 3)

  • Sí, esto es lo que dice Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel, sobre los objetos que quedaron en la Casa de Yavé, en el palacio real y en Jerusalén: (Jeremías 27, 21)

  • En ese entonces, el ejército del rey de Babilonia sitiaba a Jerusalén y el profeta Jeremías se hallaba detenido en el patio de la guardia del palacio real de Judá, (Jeremías 32, 2)

  • bajó al palacio real, donde estaban reunidos todos los ministros. Ahí estaban el secretario Elisama, Dalaías, Gamarías, Elnatán, Sedecías, hijo de Hananías, y los demás ministros. (Jeremías 36, 12)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina