Encontrados 121 resultados para: santos

  • Para tus santos, sin embargo, resplandecía la luz. Los egipcios no los veían, pero los oían y pensaban que habían tenido mucha suerte al librarse de ellas. (Sabiduría 18, 1)

  • Tus santos hijos, la raza de los buenos, ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se comprometieron a observar esa ley divina: el pueblo seguiría siendo solidario tanto en los éxitos como en los peligros; después de lo cual entonaron los cantos de sus padres. (Sabiduría 18, 9)

  • Hijos míos santos, escúchenme y crecerán como el rosedal plantado junto al arroyo. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 13)

  • Explicar este mundo de maravillas es una cosa que le queda grande aun a los Santos del Señor. Porque el Señor, Dueño del Universo, le dio consistencia en su propia gloria. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 17)

  • A los que queden de Sión y al resto de Jerusalén se les llamará santos, pues sus nombres fueron escritos para que tengan vida en Jerusalén. El Señor viene para lavar de sus inmundicias a las hijas de Sión, y para limpiar a Jerusalén de la sangre que ha sido derramada en ella, con el soplo de su justicia que es un soplo de fuego. (Isaías 4, 3)

  • «Yo he dado órdenes a mis Santos, a mis guerreros alegres y gloriosos, instrumentos de mi venganza.» (Isaías 13, 3)

  • los que van a los jardines para purificarse y hacerse santos, y se ponen detrás de uno que está en el centro, que comen carne de cerdo, de culebras o de ratones. Sus obras y artimañas cesarán al mismo tiempo, dice Yavé. (Isaías 66, 17)

  • «Estábamos indignados al oír tantos insultos y nos tapábamos la cara de vergüenza al saber que extranjeros habían entrado en los lugares santos de la Casa de Yavé.» (Jeremías 51, 51)

  • Les di mis sábados para que sean una señal entre yo y ellos, para que sepan que yo soy Yavé, quien los hace santos. (Ezequiel 20, 12)

  • Midió veinte codos para el ancho y veinte para el largo de esa sala, luego añadió: "Ese es el Santo de los Santos". (Ezequiel 41, 4)

  • Santos y humildes de corazón aalábenlo y ensálcenlo eternamente (Daniel 3, 87)

  • Después se presentó Daniel ante mí, por sobrenombre Beltsasar, según el nombre de mi dios, pues en él reside el espíritu de los dioses santos; yo le conté el sueño en esta forma: (Daniel 4, 5)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina