Encontrados 18 resultados para: segura

  • Noemí replicó: «Quédate tranquila hasta que veas en qué termina esto, pues estoy segura de que él agotará todos los medios para llevarlo a buen fin hoy mismo.» (Rut 3, 18)

  • El camino de Dios es perfecto, la palabra de Yavé es segura, él es escudo para cuantos se acogen a él. (2 Samuel 22, 31)

  • Sí, así es mi familia ante Dios, que hizo conmigo una alianza eterna, en todo ordenada y segura. ¿No hará él que germinen mis esperanzas y todos mis deseos? (2 Samuel 23, 5)

  • Y hallaron pastos abundantes y buenos y una tierra espaciosa, tranquila y segura, pues antes habían morado allí los descendientes de Cam. (1 Crónicas 4, 40)

  • Por eso está alegre mi corazón, mis sentidos rebosan de júbilo y aún mi carne descansa segura: (Salmos 16, 9)

  • pero es tu Providencia, oh Padre, la que lo conduce. Tú has abierto un camino en el mar y trazado una ruta segura por entre las olas. (Sabiduría 14, 3)

  • Contempla a Sión, la ciudad de nuestras fiestas, y que vean tus ojos a Jerusalén, la morada segura, la tienda que nunca se moverá. Sus estacas no cederán y no se romperá ninguna de sus cuerdas. (Isaías 33, 20)

  • Ahora, escucha esto, delicada, tú que te sientes tan segura y dices: «Yo, y nadie más; no quedaré viuda, ni perderé mis hijos.» (Isaías 47, 8)

  • Te sentías segura en tu maldad, y decías: «Nadie me ve.» Tu sabiduría y tu ciencia se te subieron a la cabeza. hasta tal punto que pensabas: «Yo y nadie más.» (Isaías 47, 10)

  • Entonces Judá estará a salvo, Jerusalén vivirá segura y llevará el nombre de «Yavé es nuestra justicia». (Jeremías 33, 16)

  • Todo el que los encontraba los devoraba, y sus enemigos decían: No corremos riesgos, pues pecaron contra Yavé, morada segura, en el que confiaban sus padres.» (Jeremías 50, 7)

  • Esto dice Yavé: Yo mismo sacaré del cedro una patilla y la plantaré en una montaña alta y segura. (Ezequiel 17, 22)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina