Encontrados 182 resultados para: servidor

  • pues tú, Yavé de los ejércitos, Dios de Israel, le ase guraste a tu servidor que no desaparecería su familia. Por eso, tu servidor se ha atrevido a di rigirte esta plegaria. (2 Samuel 7, 27)

  • Sí, Señor Yavé, tú eres Dios y eres sincero al hacer esta hermosa promesa a tu servidor. (2 Samuel 7, 28)

  • Ahora bien, la familia de Saúl tenía un servidor llamado Sibá. Se le llamó al lado de David y el rey le dijo: «¿Eres tú Sibá?» El respondió: «Para servirte.» (2 Samuel 9, 2)

  • Mipibaal volvió a inclinarse y dijo: «¿Quién es tu servidor para que te hayas fijado en un perro muerto como yo?» (2 Samuel 9, 8)

  • Después el rey llamó a Sibá, servidor de Saúl, y le dijo: «Todo lo que pertenecía a Saúl y a su familia se lo doy al hijo de tu señor. (2 Samuel 9, 9)

  • ¿No fue una mujer la que mató a Abimelec, hijo de Jerubaal, lanzán dole una piedra de molino desde lo alto de la muralla, en Tebés? ¿Por qué se han acercado a la muralla?» Entonces tú dirás: También murió tu servidor Urías, el heteo.» (2 Samuel 11, 21)

  • Pero él, en vez de atender a su súplica, llamó a un sirviente y le dijo: «Echamela afuera, que no quiero verla, y cierra luego la puerta.» El servidor la echó fuera y cerró la puerta. (2 Samuel 13, 17)

  • El le preguntó: «¿Todo esto no es acaso una maquinación de Joab?» Ella respondió: «Por tu vida, señor, mi rey, que es tal como tú dices. Efectivamente, fue tu servidor quien me mandó y quien me dijo lo que debía decirte. (2 Samuel 14, 19)

  • Itaí le contestó: «Juro por Yavé y por tu vida que dondequiera que vaya el rey, mi señor, sea para morir o para vivir, allí también estaré yo, tu servidor.» (2 Samuel 15, 21)

  • Apenas pasó David la cumbre, vino a su encuentro Sibá, servidor de Mipibaal, con un par de burros cargados con doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de la estación y un botellón de vino. (2 Samuel 16, 1)

  • «Mipibaal, ¿por qué no viniste conmigo?» El respondió: «Porque mi servidor me engañó, pues yo, siervo tuyo, le dije: «Ensilla el burro para montar en él e ir con el rey; porque soy cojo.» (2 Samuel 19, 27)

  • Pero a mí, tu servidor, al sacerdote Sadoc, a Banaías, hijo de Yoyada, y a tu hijo Salomón no nos invitó. ¿Será posible que esto se haya hecho con el consentimiento del rey, sin que tú hubieras comunicado antes quién te sucedería en el trono?» (1 Reyes 1, 27)


“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina