Encontrados 63 resultados para: �Felices

  • ¡Ojalá que siempre estén dispuestos como ahora a temerme y a cumplir mis mandamientos! Así ellos y sus hijos serán siempre felices. (Deuteronomio 5, 29)

  • El Señor nos ordenó practicar todos estos preceptos y temerlo a él, para que siempre fuéramos felices y para conservarnos la vida, como ahora sucede. (Deuteronomio 6, 24)

  • Así serán felices, tú y tus hijos después de ti, porque habrás realizado lo que es bueno y recto a los ojos del Señor, tu Dios. (Deuteronomio 12, 25)

  • Y así como antes él se complacía en hacerlos felices y numerosos, luego se complacerá en destruirlos y exterminarlos. Y ustedes serán arrancados de la tierra, donde vas a entrar para tomar posesión de ella. (Deuteronomio 28, 63)

  • Judá e Israel eran tan numerosos como la arena que está a la orilla del mar; todos comían, bebían y vivían felices. (I Reyes 4, 20)

  • ¡Felices tus mujeres, felices también estos servidores tuyos, que están constantemente delante de ti, escuchando tu sabiduría! (I Reyes 10, 8)

  • ¡Felices tus mujeres, y felices también estos servidores tuyos, que están constantemente delante de ti, escuchando tu sabiduría! (II Crónicas 9, 7)

  • Edna, por su parte, dijo a Tobías: "Hijo y hermano muy querido, quiera el Señor que vuelvas, y que yo tenga vida para ver a tus hijos y a los de mi hija Sara antes de morir. En presencia del Señor, te confío a mi hija para que la cuides. No la entristezcas ni un solo día de tu vida. Vete en paz, hijo mío. De ahora en adelante, yo soy tu madre y Sara es tu hermana. ¡Ojalá pudiéramos ser igualmente felices todos los días de nuestra vida!". Luego besó a los dos y los dejó; partir llenos de alegría. (Tobías 10, 13)

  • Entonces tú te alegrarás y te regocijarás por los hijos de los justos, porque todos ellos serán congregados y bendecirán al Señor de los siglos. ¡Felices los que te aman, felices los que se alegran por tu paz! (Tobías 13, 15)

  • ¡Felices los que se afligieron por tus desgracias, porque se alegrarán en ti y verán para siempre toda tu felicidad! ¡Bendice, alma mía, al Señor, el gran Rey, (Tobías 13, 16)

  • temblando, ríndanle homenaje, no sea que se irrite y vayan a la ruina, porque su enojo se enciende en un instante. ¡Felices los que se refugian en él! (Salmos 2, 12)

  • ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en él se refugian! (Salmos 34, 9)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina