Encontrados 206 resultados para: Alguien

  • Si alguien lesiona a su prójimo, lo mismo que él hizo se le hará a él: (Levítico 24, 19)

  • Si alguien vende una vivienda en una ciudad amurallada, su derecho a rescatarla durará hasta que se cumpla el año de su venta; el período del rescate durará un año entero. (Levítico 25, 29)

  • Habla en estos términos a los israelitas: Si alguien ofrece como voto al Señor la suma equivalente a una persona, (Levítico 27, 2)

  • Si alguien entrega un animal de los que pueden ser presentados al Señor como ofrenda, el animal ofrecido será una cosa sagrada. (Levítico 27, 9)

  • No está permitido cambiarlo o sustituirlo por otro, ya sea bueno por malo o malo por bueno. Si alguien sustituye un animal por otro, tanto el animal ofrecido como su sustituto serán una cosa sagrada. (Levítico 27, 10)

  • y si alguien quiere rescatar el animal, tendrá que añadir un quinto más a la suma establecida. (Levítico 27, 13)

  • Si alguien consagra al Señor un campo que compró, pero que no es terreno de su propiedad, (Levítico 27, 22)

  • Habla en estos términos a los israelitas: Si alguien, sea hombre o mujer, hace un voto especial -el voto de nazireo- con el fin de consagrarse al Señor, (Números 6, 2)

  • Estas debían recordar a los israelitas que ningún extraño -alguien que no fuera descendiente de Aarón- podía atreverse a ofrecer incienso delante del Señor, a fin de no correr la misma suerte que Coré y sus secuaces, según lo había predicho el Señor por medio de Moisés. (Números 17, 5)

  • Si alguien que ha incurrido en impureza deja de purificarse, será excluido de la asamblea, porque ha manchado la Morada del Señor. Él no ha sido rociado con el agua lustral, y por eso es impuro. (Números 19, 20)

  • Si toca a otra persona, esta también será impura, y si alguien lo toca, será impuro hasta la tarde. (Números 19, 22)

  • Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un asta. Y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba hacia la serpiente de bronce y quedaba curado. (Números 21, 9)


“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina