Encontrados 23 resultados para: Condujo

  • El mayordomo hizo lo que José le había ordenado y los condujo hasta la casa. (Génesis 43, 17)

  • Entonces condujo el arca hasta el interior de la Morada, colgó el velo que la protegía y así cubrió el Arca del Testimonio, conforme a la orden que el Señor le había dado. (Exodo 40, 21)

  • Él nos hizo salir de allí y nos condujo para darnos la tierra que había prometido a nuestros padres con un juramento. (Deuteronomio 6, 23)

  • y te condujo por ese inmenso y temible desierto, entre serpientes abrasadoras y escorpiones. No olvides al Señor, tu Dios, que en esa tierra sedienta y sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca, (Deuteronomio 8, 15)

  • El Señor solo lo condujo, no había a su lado ningún dios extranjero. (Deuteronomio 32, 12)

  • Entonces Josué tomó a Acán, hijo de Zéraj, con la plata, el manto y el lingote de oro, a sus hijos y sus hijas, sus vacas, sus ovejas y sus asnos, su carpa y todo lo que poseía, y los condujo hasta el valle de Acor, acompañado de todo Israel. (Josué 7, 24)

  • aquel reunió todos sus carros de guerra -novecientos carros de hierro- y a toda la gente de que disponía, y los condujo desde Jaróset Ha Goím hasta el torrente de Quisón. (Jueces 4, 13)

  • Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era aún muy pequeño. (I Samuel 1, 24)

  • fueron Naamán, Ajías y Guerá. Este los condujo en su emigración, y fue padre de Uzá y Ajijud. (I Crónicas 8, 7)

  • Al comenzar el año, en la época en que los reyes salen de campaña, Joab condujo el grueso del ejército y arrasó el país de los amonitas. Luego puso sitio a Rabá, mientras David permanecía en Jerusalén. Cuando Joab expugnó y destruyó a Rabá, (I Crónicas 20, 1)

  • y los condujo por el camino del Sinaí y de Cades Barné. Ellos desalojaron a todos los habitantes del desierto (Judit 5, 14)

  • los condujo seguros y sin temor, mientras el Mar cubría a sus adversarios. (Salmos 78, 53)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina