Encontrados 92 resultados para: Edóm

  • La ira del Señor se encendió contra Israel, y los entregó a Cusán Riseataim, rey de Edóm, a quien estuvieron sometidos durante ocho años. (Jueces 3, 8)

  • El espíritu del Señor descendió sobre Otniel: él fue juez en Israel y salió a combatir. El Señor entregó en sus manos a Cusán Riseataim, rey de Edóm, y su mano prevaleció sobre él. (Jueces 3, 10)

  • Señor, cuando tú saliste de Seír, cuando avanzabas desde las estepas de Edóm, tembló la tierra, fluyeron los cielos, y hasta las nubes se deshicieron en torrentes; (Jueces 5, 4)

  • Entonces envió mensajeros para que dijeran al rey de Edóm: ‘Por favor, déjame pasar por tu país’. Pero el rey de Edóm no les hizo caso. También envió mensajeros al rey de Moab; pero tampoco este quiso acceder, y entonces Israel se quedó en Cades. (Jueces 11, 17)

  • Luego tomó por el desierto, bordeando el territorio de Edóm y de Moab, y así llegó hasta la parte oriental del país de Moab. Acampó al otro lado del Arnón, sin violar la frontera de Moab, porque el Arnón está en el límite de Moab. (Jueces 11, 18)

  • Una vez que Saúl asumió el poder real sobre Israel, hizo la guerra a todos sus enemigos de alrededor: a Moab, a los amonitas, a Edóm, a los reyes de Sobá y a los filisteos. Dondequiera que iba, salía victorioso. (I Samuel 14, 47)

  • Además, puso gobernadores en Edóm, estableciéndolos por todo el país, y todos los edomitas pasaron a ser vasallos de David. El Señor daba la victoria a David en todas sus campañas. (II Samuel 8, 14)

  • Salomón equipó también una flota en Esión Guéber, que está cerca de Elat, a orillas del Mar Rojo, en el país de Edóm. (I Reyes 9, 26)

  • El Señor le suscitó a Salomón un adversario: Hadad, el edomita, de la estirpe real de Edóm. (I Reyes 11, 14)

  • En efecto, después que David derrotó a Edóm, Joab, el general del ejército, al subir para enterrar a las víctimas, ultimó a todos los varones de Edóm. (I Reyes 11, 15)

  • Porque Joab se quedó allí seis meses, con todo Israel, hasta acabar con todos los varones de Edóm. (I Reyes 11, 16)

  • No había entonces rey en Edóm, sino un prefecto del rey. (I Reyes 22, 48)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina