Encontrados 15 resultados para: Imprecación

  • -aquí el sacerdote deberá conjurar a la mujer con el juramento imprecatorio- que el Señor haga de ti un ejemplo de maldición e imprecación en medio de tu pueblo, volviéndote estéril e hinchando tu vientre. (Números 5, 21)

  • Todos están aquí para entrar en la alianza del Señor, tu Dios, esa alianza corroborada con una imprecación, que el Señor, tu Dios, hoy hace contigo, (Deuteronomio 29, 11)

  • Esta alianza, corroborada con una imprecación, no la hago sólo con ustedes. (Deuteronomio 29, 13)

  • Porque si alguien, al oír los términos de esta imprecación, se congratula diciendo: "Todo me irá bien aunque persista en mi obstinación, ya que el terreno regado no tiene más sed", (Deuteronomio 29, 18)

  • Él dijo a su madre: "Esos mil cien siclos de plata que te quitaron, y por los que te oí proferir una imprecación, están en mi poder; yo te los quité, pero ahora te los devuelvo". Su madre exclamó: "¡Que el Señor te bendiga, hijo mío!". (Jueces 17, 2)

  • Los israelitas estaban exhaustos aquel día, porque Saúl había pronunciado sobre el pueblo esta imprecación: "Maldito el hombre que coma algo hasta la tarde, antes que me haya vengado de mis enemigos". Y nadie comió un solo bocado. (I Samuel 14, 24)

  • Cuando un hombre peque contra su prójimo, si se lo obliga a prestar el juramento imprecatorio, y él viene a pronunciar la imprecación ante tu altar, en esta Casa, (I Reyes 8, 31)

  • Cuando un hombre peque contra su prójimo, si se lo obliga a prestar el juramento imprecatorio, y él viene a pronunciar la imprecación sobre tu altar, en esta Casa, (II Crónicas 6, 22)

  • se unen a sus hermanos y a sus dignatarios, y se comprometen con imprecación y juramento a proceder según la Ley de Dios, que ha sido dada por medio de Moisés, el servidor de Dios, y a observar y practicar todos los mandamientos del Señor, nuestro Dios, sus normas y preceptos. (Nehemías 10, 30)

  • No, no dejé que mi boca pecara, pidiendo su muerte con una imprecación. (Job 31, 30)

  • Ustedes dejarán su nombre a mis elegidos para una imprecación: "¡Así te haga morir el Señor!". A mis servidores, en cambio, se los llamará con otro nombre. (Isaías 65, 15)

  • los perseguiré con la espada, el hambre y la peste, y haré de ellos un objeto de terror para todos los reinos de la tierra, una imprecación y un objeto de horror, de estupor y de escarnio en todas las naciones adonde los expulsaré, (Jeremías 29, 18)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina