Encontrados 54 resultados para: Jinetes

  • También fueron con él carros de guerra y jinetes, de manera que se formó un cortejo imponente. (Génesis 50, 9)

  • cada uno mató al que se le puso delante. Los arameos huyeron, perseguidos por los israelitas. Ben Hadad, rey de Arám, se salvó a caballo con algunos jinetes. (I Reyes 20, 20)

  • Por eso el Señor no le dejó a Joacaz más que un ejército de cincuenta jinetes, diez carros de guerra y mil hombres de a pie. Porque el rey de Arám había hecho perecer a los demás, y los había reducido a polvo que se pisotea. (II Reyes 13, 7)

  • con tres mil doscientos carros de guerra, sesenta mil jinetes y una multitud innumerable que venía con él de Egipto, en la que había libios, suquíes y cusitas. (II Crónicas 12, 3)

  • Porque hubiera sido vergonzoso pedir al rey gente armada y jinetes, para que nos protegieran en el camino contra el enemigo. Al contrario, nosotros habíamos dicho al rey: "La mano de nuestro Dios se extiende para bendecir a todos los que lo buscan, y su poder y su ira caen sobre todos los que lo abandonan". (Esdras 8, 22)

  • Yo me presenté ante los gobernadores del otro lado del Éufrates y les entregué las cartas del rey. Además, el rey me había hecho escoltar por oficiales del ejército y por algunos jinetes. (Nehemías 2, 9)

  • "Así habla el gran rey, el señor de toda la tierra: Al salir de mi presencia, tomarás contigo hombres de reconocido valor -unos ciento veinte mil soldados de infantería y un contingente de doce mil caballos con sus jinetes- (Judit 2, 5)

  • Holofernes avanzó con todo su ejército, para preceder al rey Nabucodonosor y cubrir toda la superficie de la tierra, hacia Occidente, con sus carros de guerra, sus jinetes y sus soldados escogidos. (Judit 2, 19)

  • Desde allí, Holofernes penetró en la región montañosa con todo su ejército de soldados, jinetes y carros de guerra. (Judit 2, 22)

  • Y aquel mismo día, todos sus guerreros levantaron el campamento. Su ejército se componía de ciento setenta mil soldados de infantería, y de doce mil jinetes, sin contar los encargados del equipaje y los hombres de a pie que los acompañaban: era un inmensa multitud. (Judit 7, 2)

  • Todo el ejército asirio -los soldados, los carros de guerra y los jinetes- mantuvieron el cerco durante treinta y cuatro días. A todos los habitantes de Betulia se les agotaron las reservas de agua (Judit 7, 20)

  • Mira que los asirios, colmados de poderío, se glorían de sus caballos y sus jinetes, se enorgullecen del vigor de sus soldados, confían en sus escudos y sus lanzas, en sus arcos y sus hondas, y no reconocen que tú eres el Señor, el que pone fin a las guerras. (Judit 9, 7)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina