Encontrados 35 resultados para: Males

  • Pero el Señor infligió grandes males al Faraón y a su gente, por causa de Sarai, la esposa de Abrám. (Génesis 12, 17)

  • Si me vas a seguir tratando de ese modo, mátame de una vez. Así me veré libre de mis males". (Números 11, 15)

  • Entonces arderá mi enojo, y yo los abandonaré y les ocultaré mi rostro. Se convertirán en una presa pronta para ser devorada, muchos males y desgracias se abatirán sobre ellos, y dirán: ‘Estas desgracias me suceden porque mi Dios no está conmigo’. (Deuteronomio 31, 17)

  • Pero muchos males y desgracias se abatirán sobre ellos, y este poema dará testimonio contra ellos, porque sus descendientes no lo habrán olvidado. Yo conozco los planes que hoy están tramando, aún antes de introducirlos en la tierra que juré darles". (Deuteronomio 31, 21)

  • Pero ustedes han rechazado hoy a su Dios, a él, que los libra de todos sus males y angustias, y le han dicho: ‘¡No! ¡Tú nos darás un rey!’. Por eso preséntense ahora delante del Señor por tribus y por clanes". (I Samuel 10, 19)

  • y mi nación es Israel, los que clamaron a Dios y fueron salvados. El Señor ha liberado a su pueblo, el Señor nos ha librado de todos esos males, y Dios hizo esos grandes signos y prodigios, como nunca sucedió entre las naciones. (Ester 10, 9)

  • Así, con frecuencia, muchos de los que están constituidos en autoridad, bajo la presión de ciertos amigos a quienes habían confiado la administración de los asuntos de estado, se han hecho cómplices del asesinato de inocentes y se han visto envueltos en males irremediables, (Ester 16, 5)

  • Tres amigos de Job se enteraron de todos los males que le habían sobrevenido, y llegaron cada uno de su país. Eran Elifaz de Temán, Bildad de Súaj y Sofar de Naamá, los cuales se pusieron de acuerdo para ir a expresarle sus condolencias y consolarlo. (Job 2, 11)

  • El justo padece muchos males, pero el Señor lo libra de ellos. (Salmos 34, 20)

  • Porque estoy rodeado de tantos males, que es imposible contarlos. Las culpas me tienen atrapado y ya no alcanzo a ver: son más que los cabellos de mi cabeza, y me faltan las fuerzas. (Salmos 40, 13)

  • Mis adversarios se juntan para murmurar contra mí, y me culpan de los males que padezco, diciendo: (Salmos 41, 8)

  • Fue entonces cuando apareció en Israel un grupo de renegados que sedujeron a muchos, diciendo: "Hagamos una alianza con las naciones vecinas, porque desde que nos separamos de ellas, nos han sobrevenido muchos males". (I Macabeos 1, 11)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina