Encontrados 75 resultados para: Media

  • El travesaño central deberá pasar a media altura de los bastidores, de un extremo a otro. (Exodo 26, 28)

  • Cada cortinado medía catorce metros de largo por dos de ancho; todos tenían las mismas dimensiones. (Exodo 36, 9)

  • Cada toldo medía quince metros de largo por dos de ancho; los once tenían la misma medida. (Exodo 36, 15)

  • Cada bastidor medía cinco metros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho, (Exodo 36, 21)

  • Y el travesaño central lo hicieron de tal manera que pudiera pasar a media altura de los bastidores, de un extremo hasta el otro. (Exodo 36, 33)

  • Luego hizo el altar de los holocaustos de madera de acacia; medía dos metros y medio de largo por dos y medio de ancho -es decir, era cuadrado- y tenía un metro y medio de alto. (Exodo 38, 1)

  • Además, Moisés dio esta orden a los israelitas: Esta es la tierra que ustedes se repartirán como herencia por medio de un sorteo, la que el Señor mandó que fuera entregada a las nueve tribus y media. (Números 34, 13)

  • esas dos tribus y media recibieron su propiedad hereditaria al otro lado del Jordán, al este de Jericó, en la parte oriental. (Números 34, 15)

  • Y cedí a media tribu de Manasés el resto de Galaad y todo Basán -el reino de Og- incluyendo el distrito de Argob. Ahora bien, todo Basán es lo que hoy se llama Tierra de Gigantes. (Deuteronomio 3, 13)

  • Sí, ya es hora de que repartas este país entre las nueve tribus y media, para que lo posean como herencia. Porque la mitad de la tribu de Manasés, (Josué 13, 7)

  • Ellos los distribuyeron mediante un sorteo -como el Señor lo había mandado por medio de Moisés- entre las nueve tribus y media que faltaban. (Josué 14, 2)

  • Porque a las otras dos tribus y media, Moisés ya les había asignado una herencia al otro lado del Jordán, pero a los levitas no les había dado ninguna herencia en medio de ellos. (Josué 14, 3)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina