Encontrados 488 resultados para: Muerte

  • Es preciso evitar que el vengador del homicidio persiga lleno de furor al homicida, lo alcance -ya que el camino es muy largo- y le quite la vida, siendo así que no es reo de muerte, porque nunca fue enemigo de su víctima. (Deuteronomio 19, 6)

  • Si un hombre, culpable de un crimen que merece la pena de muerte, es ejecutado y colgado de un árbol, (Deuteronomio 21, 22)

  • A la joven, no le harás nada, porque no ha cometido un pecado que merezca la muerte. Es un caso semejante al de un hombre que ataca a otro y lo mata: (Deuteronomio 22, 26)

  • Hoy pongo delante de ti la vida y la felicidad, la muerte y la desdicha. (Deuteronomio 30, 15)

  • Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra: yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes, (Deuteronomio 30, 19)

  • Entonces el Señor dijo a Moisés: "Ya se acerca el día de tu muerte. Llama a Josué y preséntense en la Carpa del Encuentro para que les dé mis instrucciones". Moisés y Josué se presentaron, (Deuteronomio 31, 14)

  • Porque yo conozco muy bien tu rebeldía y tu obstinación. Y si ahora que estoy todavía con ustedes, son tan rebeldes al Señor, ¡cuánto más lo serán después de mi muerte! (Deuteronomio 31, 27)

  • Miren bien que yo, sólo yo soy, y no hay otro dios junto a mí. Yo doy la muerte y la vida, yo hiero y doy la salud, y no hay nadie que libre de mi mano. (Deuteronomio 32, 39)

  • Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en las estepas de Moab. Así se cumplió el período de llanto y de duelo por la muerte de Moisés. (Deuteronomio 34, 8)

  • Después de la muerte de Moisés, el servidor del Señor, el Señor dijo a Josué, hijo de Nun y ayudante de Moisés: (Josué 1, 1)

  • Cualquiera que se rebele contra tus órdenes y no te obedezca en todo lo que nos mandes, será castigado con la muerte. Tú, por tu parte, sé fuerte y valiente". (Josué 1, 18)

  • de que dejarán con vida a mi padre, a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas, y a todo cuanto les pertenece, y que nos librarán de la muerte". (Josué 2, 13)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina