Encontrados 57 resultados para: Países

  • y comenzaron los siete años de hambre, como José lo había anticipado. En todos los países se sufría hambre, pero en Egipto había alimentos. (Génesis 41, 54)

  • y se apoderaron de su territorio. Lo mismo hicieron con el país de Og, rey de Basán. Así conquistaron los países de los dos reyes amorreos de la Transjordania; (Deuteronomio 4, 47)

  • El Señor tratará a esas naciones como trató a Sijón y a Og -los reyes amorreos- y a sus países, cuando los destruyó por completo. (Deuteronomio 31, 4)

  • ¿Acaso los dioses de las naciones han librado a sus países de la mano del rey de Asiria? (II Reyes 18, 33)

  • Entre todos los dioses de esos países, ¿hubo alguno que librara de mi mano a su propio país, para que el Señor libre de mi mano a Jerusalén?". (II Reyes 18, 35)

  • Tú has oído, seguramente, lo que hicieron los reyes de Asiria a todos los países, al consagrarlos al exterminio total. ¿Y tú te vas a librar? (II Reyes 19, 11)

  • David, en efecto, pensaba: "Mi hijo Salomón es todavía joven y débil, y la Casa que hay que edificar para el Señor debe ser extraordinariamente grandiosa, de manera que se hable de ella y sea famosa en todos los países. Por eso, yo haré los preparativos". Así, David hizo grandes preparativos antes de su muerte. (I Crónicas 22, 5)

  • Los caballos para Salomón se importaban de Musrí y de todos los países. (II Crónicas 9, 28)

  • El terror del Señor se apoderó de todos los reinos de los países que rodeaban a Judá, de manera que no hicieron la guerra contra Josafat. (II Crónicas 17, 10)

  • El terror de Dios se apoderó de los reyes de todos los países, cuando estos se enteraron de que el Señor había combatido contra los enemigos de Israel. (II Crónicas 20, 29)

  • Ustedes saben muy bien lo que hemos hecho, yo y mis padres, a todos los pueblos de las diversas regiones. ¿Acaso los dioses de esas naciones pudieron salvar a sus países de mis manos? (II Crónicas 32, 13)

  • Senaquerib escribió una carta para ultrajar al Señor, el Dios de Israel, y desafiarlo en estos términos: "Así como en los otros países los dioses de las naciones no han podido librar a sus pueblos, tampoco podrá el dios de Ezequías librar a su pueblo de mis manos". (II Crónicas 32, 17)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina