Encontrados 314 resultados para: cabeza

  • con la fecundidad de la tierra y con su plenitud, y con el favor del que mora en la Zarza. Que todo esto descienda sobre la cabeza de José, sobre la frente del consagrado entre sus hermanos. (Deuteronomio 33, 16)

  • Dijo acerca de Gad: "¡Bendito sea el que abre campo libre a Gad! Tendido como una leona, despedaza el brazo y también la cabeza. (Deuteronomio 33, 20)

  • Si alguno sale fuera de las puertas de tu casa, su sangre caerá sobre su cabeza y nosotros seremos inocentes. Pero la sangre de todos los que estén contigo dentro de la casa, caerá sobre nuestras cabezas, si alguien pone su mano sobre alguno de ellos. (Josué 2, 19)

  • En aquel tiempo, Josué volvió atrás, se apoderó de Jasor y mató a su rey con la espada, porque Jasor había sido antiguamente la cabeza de todos aquellos reinos. (Josué 11, 10)

  • Extendió su mano hacia la estaca, y su derecha, hacia el martillo de los trabajadores; martilló a Sísara, le partió la cabeza, le machacó y le atravesó la sien. (Jueces 5, 26)

  • Madián quedó humillado delante de los israelitas, y no volvió a levantar cabeza. El país estuvo tranquilo durante cuarenta años, mientras vivió Gedeón. (Jueces 8, 28)

  • Pero una mujer le arrojó una rueda de molino sobre la cabeza y le partió el cráneo. (Jueces 9, 53)

  • Porque concebirás y darás a luz un hijo. La navaja nunca pasará por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos". (Jueces 13, 5)

  • él le abrió todo su corazón y le dijo: "La navaja no ha pasado nunca por mi cabeza, porque estoy consagrado a Dios desde el seno de mi madre. Si me cortaran el cabello, mi fuerza se apartaría de mí, me debilitaría y sería como los demás hombres." (Jueces 16, 17)

  • Luego hizo este voto: "Señor de los ejércitos, si miras la miseria de tu servidora y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu servidora y le das un hijo varón, yo lo entregaré al Señor para toda su vida, y la navaja no pasará por su cabeza". (I Samuel 1, 11)

  • Un hombre de Benjamín escapó del frente de batalla y llegó a Silo ese mismo día, con la ropa desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. (I Samuel 4, 12)

  • Pero a la mañana siguiente, cuando los asdoditas se levantaron, encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. La cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos yacían cortadas sobre el umbral, y no le quedaba más que el tronco. (I Samuel 5, 4)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina