Encontrados 52 resultados para: cabezas

  • Cuando recibieron esta carta, tomaron a los hijos del rey, degollaron a los setenta, pusieron sus cabezas en unas canastas y se las enviaron a Izreel. (II Reyes 10, 7)

  • Un mensajero fue entonces a informar a Jehú: "Han traído las cabezas de los hijos del rey". Él ordenó: "Expónganlas en dos montones a la entrada de la Puerta, hasta la mañana". (II Reyes 10, 8)

  • ¡Escucha, Dios nuestro, cómo somos despreciados! Que sus ultrajes recaigan sobre sus cabezas, y entrégalos al desprecio en una tierra de cautiverio. (Nehemías 3, 36)

  • Y todos los israelitas que habitaban en Jerusalén, hombres, mujeres y niños, se postraron ante el Templo, cubrieron de ceniza sus cabezas y extendieron sus sayales ante la presencia del Señor. Cubrieron el altar con un sayal (Judit 4, 11)

  • Mira su arrogancia, descarga tu indignación sobre sus cabezas: concédeme, aunque no soy más que una viuda, la fuerza para cumplir mi cometido. Por medio de mis palabras seductoras (Judit 9, 9)

  • Al divisarlo de lejos, no lo reconocieron. Entonces se pusieron a llorar a gritos, rasgaron sus mantos y arrojaron polvo sobre sus cabezas. (Job 2, 12)

  • Dejaste que cabalgaran sobre nuestras cabezas, pasamos por el fuego y por el agua, ¡hasta que al fin nos diste un respiro! (Salmos 66, 12)

  • deshiciste el Mar con tu poder y quebraste las cabezas del dragón marino; (Salmos 74, 13)

  • aplastaste las cabezas de Leviatán y lo diste como alimento a las fieras del desierto. (Salmos 74, 14)

  • juzgará a las naciones, amontonará cadáveres y aplastará cabezas por toda la tierra. (Salmos 110, 6)

  • Aquel día ayunaron, se vistieron con un sayal, esparcieron ceniza sobre sus cabezas y rasgaron sus vestiduras. (I Macabeos 3, 47)

  • Después, él se levantará para retribuirles y pondrá sobre sus cabezas la recompensa merecida. (Eclesiástico 17, 23)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina