Encontrados 12 resultados para: central

  • El travesaño central deberá pasar a media altura de los bastidores, de un extremo a otro. (Exodo 26, 28)

  • Y el travesaño central lo hicieron de tal manera que pudiera pasar a media altura de los bastidores, de un extremo hasta el otro. (Exodo 36, 33)

  • El vestíbulo, frente a la nave central del Templo, medía diez metros de largo, cubriendo todo el ancho de la Casa, y cinco metros de ancho, sobre el frente de la Casa. (I Reyes 6, 3)

  • Y adosado al muro de la Casa, edificó un anexo que rodeaba los muros de la Casa, alrededor de la nave central y del lugar santísimo, donde hizo los pisos laterales. (I Reyes 6, 5)

  • La Casa, es decir, la nave central delante del lugar santísimo, medía veinte metros. (I Reyes 6, 17)

  • Lo mismo hizo para la entrada de la nave central: hizo un marco de madera de olivo, de forma cuadrangular, (I Reyes 6, 33)

  • las navetas, los cuchillos, los aspersorios, las tazas y los incensarios de oro fino; los goznes de oro para las puertas del recinto interior -el Santo de los santos- y para las puertas de la nave central. (I Reyes 7, 50)

  • Isaías no había salido aún del patio central, cuando le llegó la palabra del Señor: (II Reyes 20, 4)

  • A la nave central la revistió de madera de ciprés y luego la recubrió de oro fino, sobre el que hizo representar palmeras y guirnaldas. (II Crónicas 3, 5)

  • Hizo asimismo los diez candeleros de oro, conforme al modelo prescrito, y los puso en la nave central, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. (II Crónicas 4, 7)

  • Hizo diez mesas y las colocó en la nave central, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. Hizo cien copas de oro. (II Crónicas 4, 8)

  • los cuchillos, los aspersorios, las tazas y los incensarios de oro fino; la entrada de la Casa, sus puertas interiores para el Santo de los santos, y las puertas de la nave central, todo de oro. (II Crónicas 4, 22)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina