Encontrados 93 resultados para: cien

  • Esta es la descendencia de Sem: Sem tenía cien años cuando fue padre de Arpaxad, dos años después del Diluvio. (Génesis 11, 10)

  • Abraham cayó con el rostro en tierra, y se sonrió, pensando: "¿Se puede tener un hijo a los cien años? Y Sara, a los noventa, ¿podrá dar a luz?". (Génesis 17, 17)

  • Abraham tenía entonces cien años de edad. (Génesis 21, 5)

  • Después compró a los hijos de Jamor, el padre de Siquém, por cien monedas de plata, la parcela de campo donde había instalado su campamento. (Génesis 33, 19)

  • Pero además tienes que elegir, entre todo el pueblo, a algunos hombres capaces, temerosos de Dios, dignos de confianza e insobornables, para constituirlos jefes del pueblo: jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. (Exodo 18, 21)

  • Entre todos los israelitas, eligió a algunas personas capaces, y las puso como jefes del pueblo: jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas, (Exodo 18, 25)

  • La plata recogida entre los miembros de la comunidad que habían sido censados, ascendió a cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, en siclos del Santuario, (Exodo 38, 25)

  • Los cien talentos de plata se usaron para fundir las bases del Santuario y las bases que sostenían el cortinado, a razón de un talento por base; (Exodo 38, 27)

  • Cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien a diez mil; y sus enemigos caerán bajo la espada delante de ustedes. (Levítico 26, 8)

  • Moisés se irritó contra los comandantes del ejército y contra los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados, que volvían de la expedición, (Números 31, 14)

  • Los comandantes de las tropas y los jefes de los regimientos de mil y cien soldados se acercaron a Moisés, (Números 31, 48)

  • El oro que los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados ofrecieron como tributo al Señor, llegó a un total de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. (Números 31, 52)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina