Encontrados 15 resultados para: claridad

  • No te dejes sobornar con regalos, porque el regalo enceguece al que ve con claridad y pervierte las causas de los justos. (Exodo 23, 8)

  • Ellos leían el libro de la Ley de Dios con claridad e interpretando el sentido, de manera que se comprendió la lectura. (Nehemías 8, 8)

  • a la tierra de la oscuridad y el desorden, donde la misma claridad es tiniebla. (Job 10, 22)

  • él creará sobre toda la extensión del monte Sión y en su asamblea, una nube de humo durante el día, y la claridad de un fuego llameante durante la noche. Porque la gloria del Señor, en lo más alto de todo, será un reparo (Isaías 4, 5)

  • el irreflexivo aprenderá a comprender y la lengua tartamuda hablará con soltura y claridad. (Isaías 32, 4)

  • Por eso, el derecho está lejos de nosotros y la justicia, fuera de nuestro alcance. Esperábamos luz, y sólo hay tinieblas, claridad, y caminamos a oscuras. (Isaías 59, 9)

  • El sol ya no será tu luz durante el día, ni la claridad de la luna te alumbrará de noche: el Señor será para ti una luz eterna y tu Dios será tu esplendor. (Isaías 60, 19)

  • Yo miré, y vi un viento huracanado que venía del norte, y una gran nube con un fuego fulgurante y un resplandor en torno de ella; y de adentro, de en medio del fuego, salía una claridad como de electro. (Ezequiel 1, 4)

  • Entonces vi un fulgor como de electro, algo así como un fuego que lo rodeaba desde lo que parecía ser su cintura para abajo; vi algo así como un fuego y una claridad alrededor de él: (Ezequiel 1, 27)

  • como el aspecto del arco que aparece en las nubes los días de lluvia, así era la claridad que lo rodeaba. Este era el aspecto, la semejanza de la gloria del Señor. Al verla, caí con el rostro en tierra y oí una voz que hablaba. (Ezequiel 1, 28)

  • Yo miré y vi una figura con aspecto humano. Desde lo que parecía ser su cintura para abajo, había fuego, y desde su cintura para arriba, había una especie de claridad, un fulgor como de electro. (Ezequiel 8, 2)

  • La gloria del Señor se elevó por encima del querubín y se dirigió hacia el umbral de la Casa: la nube llenó la Casa, y el atrio se llenó de la claridad de la gloria del Señor. (Ezequiel 10, 4)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina