Encontrados 257 resultados para: justo

  • La oración era la siguiente: "Señor, Señor Dios, creador de todas las cosas, temible y poderoso, justo y misericordioso, el único Rey, el único bueno, (II Macabeos 1, 24)

  • el único generoso, justo, omnipotente y eterno; tú que salvas a Israel de todo mal, tú que elegiste a nuestros padres y los santificaste: (II Macabeos 1, 25)

  • Nuestros hermanos, después de haber soportado un breve tormento, gozan ahora de la vida inagotable, en virtud de la Alianza de Dios. Pero tú, por el justo juicio de Dios, soportarás la pena merecida por tu soberbia. (II Macabeos 7, 36)

  • Todo esto era muy justo, porque él había atormentado las entrañas de los demás con tantos y tan refinados suplicios. (II Macabeos 9, 6)

  • Como ni él mismo podía soportar su propio hedor, exclamó: "Es justo someterse a Dios y no creerse igual a él, siendo un simple mortal". (II Macabeos 9, 12)

  • Como sus dolores no se calmaban de ninguna forma, porque el justo juicio de Dios se había abatido sobre él, y desesperando de su salud, escribió a los judíos, en tono de súplica, la carta que se transcribe a continuación: (II Macabeos 9, 18)

  • y, después de invocar a Dios, el justo Juez, se dirigió contra los asesinos de sus hermanos; incendió el puerto durante la noche, prendió fuego a las embarcaciones e hizo perecer a los que se habían refugiado allí. (II Macabeos 12, 6)

  • Todos bendijeron el proceder del Señor, el justo Juez, que pone de manifiesto las cosas ocultas, (II Macabeos 12, 41)

  • Da al sabio y se hará más sabio aún, instruye al justo y ganará en saber. (Proverbios 9, 9)

  • El Señor no deja que el justo sufra hambre, pero rechaza la avidez de los malvados. (Proverbios 10, 3)

  • Las bendiciones descienden sobre el justo, la boca de los malvados encubre la violencia. (Proverbios 10, 6)

  • La memoria del justo es bendecida, pero el nombre de los malvados se pudrirá. (Proverbios 10, 7)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina