Encontrados 203 resultados para: llamó

  • Moisés subió a encontrarse con Dios. El Señor lo llamó desde la montaña y le dijo: "Habla en estos términos a la casa de Jacob y anuncia este mensaje a los israelitas: (Exodo 19, 3)

  • y la gloria del Señor se estableció sobre la montaña del Sinaí, que estuvo cubierta por la nube durante seis días. Al séptimo día, el Señor llamó a Moisés desde la nube. (Exodo 24, 16)

  • Moisés tomó la Carpa, la instaló fuera del campamento, a una cierta distancia, y la llamó Carpa del Encuentro. Así, todo el que tenía que consultar al Señor debía dirigirse a la Carpa del Encuentro, que estaba fuera del campamento. (Exodo 33, 7)

  • Pero Moisés los llamó; entonces se acercaron Aarón y todos los jefes de la comunidad, y él les habló. (Exodo 34, 31)

  • El Señor llamó a Moisés y le habló desde la Carpa del Encuentro en estos términos: (Levítico 1, 1)

  • Al octavo día, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel, (Levítico 9, 1)

  • Moisés llamó a Misael y a Elsafán -hijos de Oziel, el tío paterno de Aarón- y les dijo: "Vengan a retirar a sus hermanos de la entrada del Santuario, y llévenlos fuera del campamento". (Levítico 10, 4)

  • el Señor descendió en la columna de nube y se detuvo a la entrada de la Carpa. Luego llamó a Aarón y a Miriam. Los dos se adelantaron, (Números 12, 5)

  • Estos son los nombres de las personas que envió Moisés a explorar el país. Y a Oseas, hijo de Nun, Moisés lo llamó Josué. (Números 13, 16)

  • El Señor oyó la súplica de Israel y les entregó a los cananeos, que fueron consagrados al exterminio, junto con sus ciudades. Por eso aquel lugar se llamó Jormá. (Números 21, 3)

  • Iaír, hijo de Manasés, fue a conquistar sus poblados y los llamó Campamento de Iaír. (Números 32, 41)

  • Después Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: "Sé fuerte y valiente. Tú irás con este pueblo hasta la tierra que el Señor les dará, porque así lo juró a sus padres, y tú los pondrás en posesión de ella. (Deuteronomio 31, 7)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina