Encontrados 158 resultados para: muerto

  • No comerá ningún animal muerto o despedazado por las fieras, porque de lo contrario incurriría en impureza. Yo soy el Señor. (Levítico 22, 8)

  • Durante todo el tiempo de su consagración al Señor, no se acercará a ningún muerto. (Números 6, 6)

  • Los israelitas protestaban contra Moisés y Aarón, y toda la comunidad les decía: ¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto! ¡Ojalá muriéramos en este desierto! (Números 14, 2)

  • Los muertos a causa de la plaga fueron catorce mil setecientos, sin contar los que ya habían muerto a causa de Coré. (Números 17, 14)

  • Cualquiera que toque un cadáver -el cuerpo de un hombre que ha muerto- y no se purifique, mancha la Morada del Señor y será excluido de Israel. Como no ha sido rociado con el agua lustral, permanece impuro: su impureza todavía está sobre él. (Números 19, 13)

  • El pueblo promovió una querella contra Moisés diciendo: "¡Ojalá hubiéramos muerto cuando murieron nuestros hermanos delante del Señor! (Números 20, 3)

  • toda la comunidad supo que Aarón había muerto. Y todo Israel lloró a Aarón durante treinta días. (Números 20, 29)

  • Los que habían muerto a causa de la plaga fueron veinticuatro mil. (Números 25, 9)

  • El israelita que fue muerto junto con la mujer madianita se llamaba Zimrí, hijo de Salú, jefe de una familia patriarcal de Simeón. (Números 25, 14)

  • Cuando ya no quedó en medio del pueblo ninguno de aquellos guerreros -porque todos habían muerto- (Deuteronomio 2, 16)

  • Ustedes son hijos del Señor, su Dios. No se hagan incisiones ni se rapen el cabello sobre la frente en homenaje a un muerto. (Deuteronomio 14, 1)

  • No comerán ningún animal muerto. Se lo darás al extranjero que resida en tu ciudad para que él lo coma, o se lo venderás al extranjero que va de paso. Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios. No harás cocer un cabrito en la leche de su madre. (Deuteronomio 14, 21)


“Façamos o bem, enquanto temos tempo à nossa disposição. Assim, daremos glória ao nosso Pai celeste, santificaremos nós mesmos e daremos bom exemplo aos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina