Encontrados 14 resultados para: protector

  • la cobertura de cueros de carnero teñidos de rojo, la cobertura de pieles finas y el velo protector; (Exodo 39, 34)

  • Cuando haya que levantar campamento, Aarón y sus hijos irán a descolgar el velo protector y cubrirán con él el Arca del Testimonio. (Números 4, 5)

  • ¡Dichoso tú, Israel! ¿Quién es como tú, pueblo salvado por el Señor? Él es tu escudo protector, tu espada victoriosa. Tus enemigos te adularán, pero tú pisotearás sus espaldas". (Deuteronomio 33, 29)

  • ¡Que toda tu nación y cada una de sus tribus reconozcan que tú eres Dios, el Dios de toda fuerza y de todo poder, y que no hay otro protector fuera de ti para la estirpe de Israel!". (Judit 9, 14)

  • ¿Acaso tú no has puesto un cerco protector alrededor de él, de su casa y de todo lo que posee? Tú has bendecido la obra de sus manos y su hacienda se ha esparcido por todo el país. (Job 1, 10)

  • Pero tú eres mi escudo protector y mi gloria, tú mantienes erguida mi cabeza. (Salmos 3, 4)

  • Pero tú lo estás viendo: tú consideras los trabajos y el dolor, para tomarlos en tus propias manos. El débil se encomienda a ti; tú eres el protector del huérfano. (Salmos 10, 14)

  • En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre; desde el seno materno fuiste mi protector, y mi alabanza está siempre ante ti. (Salmos 71, 6)

  • Cuando los partidarios del Macabeo supieron que Lisias había sitiado la fortaleza, comenzaron a suplicar al Señor con gemidos y lágrimas, unidos a la multitud, pidiéndole que enviara un ángel protector para salvar a Israel. (II Macabeos 11, 6)

  • Envía también ahora, Soberano del cielo, un ángel protector delante de nosotros para sembrar el pánico y el terror. (II Macabeos 15, 23)

  • porque tú has sido mi protector y mi ayuda, y has librado mi cuerpo de la perdición, del lazo de la lengua calumniadora y de los labios que traman mentiras. Frente a mis adversarios, tú has sido mi ayuda y mes has librado, (Eclesiástico 51, 2)

  • Yo había hecho de ti un querubín protector, con sus alas desplegadas; estabas en la montaña santa de Dios y te paseabas entre piedras de fuego. (Ezequiel 28, 14)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina