Encontrados 354 resultados para: puso

  • Cuando nació el niño que le dio Sara, Abraham le puso el nombre de Isaac. (Génesis 21, 3)

  • A la madrugada del día siguiente, Abraham tomó un poco de pan y un odre con agua y se los dio a Agar; se los puso sobre las espaldas, y la despidió junto con el niño. Ella partió y anduvo errante por el desierto de Berseba. (Génesis 21, 14)

  • Cuando se acabó el agua que llevaba en el odre, puso al niño debajo de unos arbustos, (Génesis 21, 15)

  • Y como Abraham puso aparte siete corderas del rebaño, (Génesis 21, 28)

  • Después de estos acontecimientos, Dios puso a prueba a Abraham. "¡Abraham!", le dijo. Él respondió: "Aquí estoy". (Génesis 22, 1)

  • Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. (Génesis 22, 9)

  • El servidor puso su mano debajo del muslo de Abraham, su señor, y le prestó juramento respecto de lo que habían hablado. (Génesis 24, 9)

  • Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba medio siclo, y lo colocó en la nariz de la joven; luego le puso en los brazos dos pulseras de diez siclos. (Génesis 24, 22)

  • Luego siguió avanzando, y cavó otro pozo más. Pero esta vez no hubo ningún altercado. Entonces le puso el nombre de Rejobot, que significa "Campo libre", porque dijo: "Ahora el Señor nos ha dejado el campo libre, para que podamos prosperar en esta región". (Génesis 26, 22)

  • Después Rebeca tomó una ropa de su hijo mayor Esaú, la mejor que había en la casa, y se la puso a Jacob, su hijo menor; (Génesis 27, 15)

  • Esaú dijo a su padre: "¿Acaso tienes sólo una bendición?". Isaac permaneció en silencio. Esaú lanzó un grito y se puso a llorar. (Génesis 27, 38)

  • De pronto llegó a un lugar, y se detuvo en él para pasar la noche, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso como almohada y se acostó allí. (Génesis 28, 11)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina