Encontrados 180 resultados para: servicio

  • Ellos le hablaron así: "Si hoy te comportas como servidor de este pueblo, si te pones a su servicio y les respondes con buenas palabras, serán siempre tus servidores". (I Reyes 12, 7)

  • Eliseo dio media vuelta, tomó la yunta de bueyes y los inmoló. Luego, con los arneses de los bueyes, asó la carne y se la dio a su gente para que comieran. Después partió, fue detrás de Elías y se puso a su servicio. (I Reyes 19, 21)

  • En una de sus incursiones, los arameos se habían llevado cautiva del país de Israel a una niña, que fue puesta al servicio de la mujer de Naamán. (II Reyes 5, 2)

  • Luego les impartió esta orden: "Van a hacer lo siguiente: Un tercio de ustedes, el que entra de servicio el día sábado y custodia la casa del rey, (II Reyes 11, 5)

  • Los dos cuerpos formados por los que dejan el servicio el día sábado, montarán guardia en la Casa del Señor, junto al rey. (II Reyes 11, 7)

  • Los centuriones ejecutaron exactamente todo lo que les había ordenado el sacerdote Iehoiadá. Cada uno de ellos tomó a sus hombres -los que entraban de servicio y los que eran relevados el día sábado- y se presentaron ante el sacerdote Iehoiadá. (II Reyes 11, 9)

  • El día siete del quinto mes -era el decimonoveno año de Nabucodonosor, rey de Babilonia- Nebuzaradán, comandante de la guardia, que prestaba servicio ante el rey de Babilonia, entró en Jerusalén. (II Reyes 25, 8)

  • En la ciudad apresó también a un eunuco, que estaba al frente de los hombres de guerra, a cinco hombres del servicio personal del rey que fueron sorprendidos en la ciudad, al secretario del jefe del ejército, encargado de enrolar al pueblo del país, y a sesenta hombres del pueblo que estaban dentro de la ciudad. (II Reyes 25, 19)

  • Ellos eran alfareros y habitaban en Netaím y Guederá; vivían allí con el rey, trabajando a su servicio. (I Crónicas 4, 23)

  • Ellos servían como cantores ante la Morada -la Carpa del Encuentro- hasta que Salomón edificó el Templo del Señor en Jerusalén, y prestaban servicio conforme a su reglamento. (I Crónicas 6, 17)

  • Sus hermanos, los levitas, estaban encargados de todo el servicio de la Morada de la Casa de Dios. (I Crónicas 6, 33)

  • Todos estos fueron descendientes de Aser, jefes de familias, guerreros selectos y valerosos, jefes entre los príncipes. Al ser registrados para el servicio militar, su número alcanzó a 26.000 hombres. (I Crónicas 7, 40)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina