Encontrados 15 resultados para: turbante

  • Las vestiduras que harán son las siguientes: un pectoral, un efod, un manto, una túnica bordada, un turbante y una faja. Y cuando hagan las vestiduras sagradas para que Aarón y sus hijos puedan cumplir sus funciones sacerdotales, (Exodo 28, 4)

  • La sujetarás con una cinta de púrpura violeta, y así quedará fija sobre la parte delantera del turbante. (Exodo 28, 37)

  • Tejerás la túnica con lino fino, y también harás un turbante de lino fino y una faja recamada artísticamente. (Exodo 28, 39)

  • Le colocarás también el turbante sobre la cabeza y el signo de su consagración encima del turbante. (Exodo 29, 6)

  • hicieron el turbante de lino fino, los adornos de las mitras de lino fino, y los pantalones de lino fino reforzado; (Exodo 39, 28)

  • Luego le pusieron un cordón de púrpura violeta, para poder sujetarla a la parte superior del turbante, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 31)

  • también puso sobre su cabeza el turbante, y encima de este, sobre la frente, colocó la flor de oro -el signo de su consagración- como el Señor se lo había ordenado. (Levítico 8, 9)

  • Además, tendrá que estar vestido con la túnica sagrada de lino y cubierto con pantalones de lino; se ceñirá con la faja de lino y llevará puesto el turbante de lino. Estas son vestiduras sagradas, que él se pondrá después de haberse bañado con agua. (Levítico 16, 4)

  • Luego se despojó del sayal que tenía ceñido, se quitó su ropa de viuda, se lavó el cuerpo con agua, se ungió con perfumes y peinó sus cabellos. Después se ciñó la cabeza con un turbante y se puso la ropa de fiesta con que solía engalanarse cuando aún vivía su marido Manasés; (Judit 10, 3)

  • Me había revestido de justicia, y ella me cubría, mi rectitud era como un manto y un turbante. (Job 29, 14)

  • la diadema de oro encima del turbante, grabada con la señal de su consagración: insignia de honor, trabajo magnífico, ornamento que es un placer para la vista. (Eclesiástico 45, 12)

  • así habla el Señor: ¡Saquen el turbante, quiten la diadema! Esto ya no será más así: lo humilde será elevado, lo excelso será humillado. (Ezequiel 21, 31)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina