Encontrados 21 resultados para: vidente

  • Mientras subían por la cuesta de la ciudad, encontraron a unas jóvenes que salían a sacar agua, y les preguntaron: "¿Está por aquí el vidente?". (I Samuel 9, 11)

  • -Antiguamente, en Israel, cuando alguien iba a consultar a Dios, decía: "Acudamos al vidente". Porque antes se llamaba "vidente" al que hoy se llama "profeta"-. (I Samuel 9, 9)

  • Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta de la ciudad, y le dijo: "Por favor, indícame dónde está la casa del vidente". (I Samuel 9, 18)

  • "El vidente soy yo, respondió Samuel a Saúl; sube delante de mí al lugar alto. Hoy ustedes comerán conmigo. Mañana temprano te dejaré partir y responderé a todo lo que te preocupa. (I Samuel 9, 19)

  • Samuel hizo lo que el Señor le había dicho. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a su encuentro muy atemorizados, y le dijeron: "¿Vienes en son de paz, vidente?". (I Samuel 16, 4)

  • A la mañana siguiente, cuando David se levantó, la palabra del Señor había llegado al profeta Gad, el vidente de David, en estos términos: (II Samuel 24, 11)

  • El total de los elegidos como porteros de los umbrales era de 212, y estaban inscritos en sus poblados. David y Samuel, el vidente, los habían establecido en sus cargos permanentemente. (I Crónicas 9, 22)

  • El Señor dirigió su palabra a Gad, el vidente de David, en estos términos: (I Crónicas 21, 9)

  • Todos estos eran hijos de Hemán, el vidente del rey en los asuntos referentes a Dios. Para exaltar su poder, Dios había dado a Hemán catorce hijos y tres hijas. (I Crónicas 25, 5)

  • Y lo que habían consagrado el vidente Samuel, Saúl, hijo de Quis, Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Seruiá, en una palabra, todas las cosas sagradas estaban bajo la custodia de Selomit y sus hermanos. (I Crónicas 26, 28)

  • Los hechos del rey David, desde el primero hasta el último, están escritos en las Crónicas de Samuel, el vidente, en las de Natán, el profeta, y en las de Gad, el vidente, (I Crónicas 29, 29)

  • El resto de los hechos de Salomón, desde el comienzo hasta el fin, está escrito en las Crónicas del profeta Natán, en la Profecía de Ajías, el silonita, y en las Visiones del vidente Idó acerca de Jeroboám, hijo de Nebat. (II Crónicas 9, 29)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina