Encontrados 105 resultados para: vivientes

  • Y yo era como un manso cordero, llevado al matadero, sin saber que ellos urdían contra mí sus maquinaciones: "¡Destruyamos el árbol mientras tiene savia, arranquémoslo de la tierra de los vivientes, y que nadie se acuerde más de su nombre!". (Jeremías 11, 19)

  • En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes, que por su aspecto parecían hombres. (Ezequiel 1, 5)

  • Entre los seres vivientes había un fuego como de brasas incandescentes, como de antorchas, que se agitaba en medio de ellos; el fuego resplandecía, y de él salían rayos. (Ezequiel 1, 13)

  • Los seres vivientes iban y venían, y parecían relámpagos. (Ezequiel 1, 14)

  • Yo miré a los seres vivientes, y vi que en el suelo, al lado de cada uno de ellos, había una rueda. (Ezequiel 1, 15)

  • Cuando los seres vivientes avanzaban, también avanzaban las ruedas al lado de ellos, y cuando los seres vivientes se elevaban por encima del suelo, también se elevaban las ruedas. (Ezequiel 1, 19)

  • Ellos iban adonde los impulsaba el espíritu, y las ruedas se elevaban al mismo tiempo, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. (Ezequiel 1, 20)

  • Cuando ellos avanzaban, avanzaban las ruedas, y cuando ellos se detenían, se detenían las ruedas; y cuando ellos se elevaban por encima del suelo, las ruedas se elevaban al mismo tiempo, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. (Ezequiel 1, 21)

  • Sobre las cabezas de los seres vivientes, había una especie de plataforma reluciente como el cristal, que infundía temor y se extendía por encima de sus cabezas. (Ezequiel 1, 22)

  • oí el ruido que hacían las alas de los seres vivientes al juntarse una con la otra, el ruido de las ruedas al lado de ellos y el estruendo de un gran tumulto. (Ezequiel 3, 13)

  • Los querubines se elevaron: eran los mismos seres vivientes que yo había visto a orillas del río Quebar. (Ezequiel 10, 15)

  • Cuando los querubines se detenían, ellas también se detenían, y cuando se elevaban, las ruedas se elevaban al mismo tiempo, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. (Ezequiel 10, 17)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina