Encontrados 13 resultados para: Centinela

  • Absalón huyó. El joven que estaba de centinela levantó la vista y vio multitud que venía por el camino de Bajurim, a la bajada, y fue a avisar el rey: «He visto algunos hombres que bajan por el camino de Bajurim, por la ladera de la montaña.» (II Samuel 13, 34)

  • Estaba David entre las dos puertas. El centinela que estaba en el terrado de la puerta, sobre la muralla, alzó la vista y vio a un hombre que venía corriendo solo. (II Samuel 18, 24)

  • Gritó el centinela y se lo comunicó al rey y el dijo: «Si viene solo, hay buenas noticias en su boca.» Mientras éste se acercaba corriendo, (II Samuel 18, 25)

  • vio el centinela otro hombre corriendo y gritó el centinela de la puerta: «Ahí viene otro hombre solo, corriendo.» Dijo el rey: «También éste trae buenas noticias.» (II Samuel 18, 26)

  • Dijo el centinela: «Ya distingo el modo de correr del primero: por su modo de correr es Ajimaas, hijo de Sadoq.» Dijo el rey: «Es un hombre de bien; viene para dar buenas noticias.» (II Samuel 18, 27)

  • Pon, Yahveh, en mi boca un centinela, un vigía a la puerta de mis labios. (Salmos 141, 3)

  • Tu cuello, como torre de marfil. Tus ojos, las piscinas de Jesbón, junto a la puerta de Bat Rabbim. Tu nariz, como la torre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco. (Cantar 7, 5)

  • Oráculo sobre Duma. Alguien me grita desde Seír: «Centinela, ¿qué hay de la noche? centinela, ¿qué hay de la noche?» (Isaías 21, 11)

  • Dice el centinela: «Se hizo de mañana y también de noche. Si queréis preguntar, volveos, venid.» (Isaías 21, 12)

  • «Hijo de hombre, yo te he puesto como centinela de la casa de Israel. Oirás de mi boca la palabra y les advertirás de mi parte. (Ezequiel 3, 17)

  • Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo. Les dirás: Si yo hago venir la espada sobre un país, y la gente de ese país escoge a uno de los suyos y le ponen como centinela; (Ezequiel 33, 2)

  • Si, por el contrario, el centinela ve venir la espada y no toca el cuerno, de suerte que el pueblo no es advertido, y la espada sobreviene y mata a alguno de ellos, perecerá éste por su culpa, pero de su sangre yo pediré cuentas al centinela. (Ezequiel 33, 6)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina