Encontrados 22 resultados para: Cintura

  • Jacob desgarró su vestido, se echó un sayal a la cintura e hizo duelo por su hijo durante muchos días. (Génesis 37, 34)

  • Hazles también calzones de lino, para cubrir su desnudez desde la cintura hasta los muslos. (Exodo 28, 42)

  • También sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel: a Abner, hijo de Ner, y a Amasá, hijo de Yéter, que los mató y derramó en la paz sangre de guerra; ha puesto sangre inocente en el cinturón de mi cintura y en la sandalia de mis pies. (I Reyes 2, 5)

  • La mano de Yahveh vino sobre Elías que, ciñéndose la cintura, corrió delante de Ajab hasta la entrada de Yizreel. (I Reyes 18, 46)

  • Le respondieron: «Era un hombre con manto de pelo y con una faja de piel ceñida a su cintura.» El dijo: «Es Elías tesbita.» (II Reyes 1, 8)

  • Dijo a Guejazí: «Ciñe tu cintura, toma mi bastón en tu mano y vete; si te incuentras con alguien no le saludes, y y si alguien te saluda no le respondas, y pon mi bastón sobre la cara del niño.» (II Reyes 4, 29)

  • El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: «Ciñe tu cintura y toma este frasco de aceite en tu mano y vete a Ramot de Galaad. (II Reyes 9, 1)

  • Cada uno de los constructores tenía ceñida a la cintura su espada mientras trabajaba. Había un corneta junto a mí para sonar el cuerno. (Nehemías 4, 12)

  • Ante su avance, los hombres de Macabeo, en rogativas a Dios, cubrieron de polvo su cabeza y ciñeron de sayal la cintura; (II Macabeos 10, 25)

  • Justicia será el ceñidor de su cintura, verdad el cinturón de sus flancos. (Isaías 11, 5)

  • en aquella sazón habló Yahveh por medio de Isaías, hijo de Amós, en estos términos: «Ve y desata el sayal de tu cintura, y quítate las sandalias de los pies.» El lo hizo así, y anduvo desnudo y descalzo. (Isaías 20, 2)

  • Espantaos, indolentes, temblad, confiadas, desvestíos, desnudaos, ceñid vuestra cintura, (Isaías 32, 11)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina