Encontrados 13 resultados para: Edificación

  • No hemos dicho: Si llega a suceder que nos hablen así a nosotros o el día de mañana a nuestros descendientes, les podremos responder: "Mirad la edificación del altar de Yahveh que hicieron nuestros padres, no para ofrecer holocaustos ni sacrificios, sino como testigo entre nosotros y vosotros." (Josué 22, 28)

  • Procuremos, por tanto, lo que fomente la paz y la mutua edificación. (Romanos 14, 19)

  • Que cada uno de nosotros trate de agradar a su prójimo para el bien, buscando su edificación; (Romanos 15, 2)

  • ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios. (I Corintios 3, 9)

  • Por el contrario, el que profetiza, habla a los hombres para su edificación, exhortación y consolación. (I Corintios 14, 3)

  • Deseo que habléis todos en lenguas; prefiero, sin embargo, que profeticéis. Pues el que profetiza, supera al que habla en lenguas, a no ser que también interprete, para que la asamblea reciba edificación. (I Corintios 14, 5)

  • Así pues, ya que aspiráis a los dones espirituales, procurad abundar en ellos para la edificación de la asamblea. (I Corintios 14, 12)

  • ¿Qué concluir, hermanos? Cuando os reunís, cada cual puede tener un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lengua, una interpretación; pero que todo sea para edificación. (I Corintios 14, 26)

  • Y aun cuando me gloriara excediéndome algo, respecto de ese poder nuestro que el Señor nos dio para edificación vuestra y no para ruina, no me avergonzaría. (II Corintios 10, 8)

  • Hace tiempo, pensáis, que nos estamos justificando delante de vosotros. Delante de Dios, en Cristo, estamos hablando. Y todo esto, queridos míos, para edificación vuestra. (II Corintios 12, 19)

  • en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor, (Efesios 2, 21)

  • para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo, (Efesios 4, 12)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina