Encontrados 53 resultados para: Luna

  • Volvió a tener otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. Díjoles: «He tenido otro sueño: Resulta que el sol, la luna y once estrellas se inclanaban ante mí.» (Génesis 37, 9)

  • Cuando levantes tus ojos al cielo, cuando veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército de los cielos, no vayas a dejarte seducir y te postres ante ellos para darles culto. Eso se lo ha repartido Yahveh tu Dios a todos los pueblos que hay debajo del cielo, (Deuteronomio 4, 19)

  • que vaya a servir a otros dioses y se postre ante ellos, o ante el sol, la luna, o todo el ejército de los cielos, cosa que yo no he mandado, (Deuteronomio 17, 3)

  • lo mejor de los frutos del sol, de lo que brota a cada luna, (Deuteronomio 33, 14)

  • Entonces habló Josué a Yahveh, el día que Yahveh entregó al amorreo en manos de los israelitas, a los ojos de Israel y dijo: «Deténte, sol, en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ayyalón.» (Josué 10, 12)

  • Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿ No está esto escrito en el libre del Justo? El sol se paró en medio del cielo y no tuvo prisa en ponerse como un día entero. (Josué 10, 13)

  • Suprimió los sacerdotes paganos que pusieron los reyes de Judá y que quemaban incienso en los altos, en las ciudades de Judá y en los contornos de Jerusalén, a los que ofrecían incienso a Baal, al sol, a la luna, a los astros celestes y a todo el ejército de los cielos. (II Reyes 23, 5)

  • Si ni la luna misma tiene brillo, ni las estrellas son puras a sus ojos, (Job 25, 5)

  • El encubre la cara de la luna llena, desplegando sobre ella su nublado. (Job 26, 9)

  • ¿Acaso, al ver el sol cómo brillaba, y la luna que marchaba radiante, (Job 31, 26)

  • Al ver tu cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas, que fijaste tú, (Salmos 8, 4)

  • Durará tanto como el sol, como la luna de edad en edad; (Salmos 72, 5)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina