Encontrados 28 resultados para: Negó

  • Sara negó: «No me he reído», y es que tuvo miedo. Pero aquél dijo: «No digas eso, que sí te has reído.» (Génesis 18, 15)

  • Como Edom negó el paso a Israel por su territorio, Israel dio un rodeo. (Números 20, 21)

  • Pero Sijón negó a Israel el paso por su territorio; reunió toda su gente y salió al desierto, al encuentro de Israel, hasta Yahás, donde atacó a Israel. (Números 21, 23)

  • Pero Sijón le negó a Israel el paso por su territorio, reunió toda su gente, que acampó en Yahsá, y atacó a Israel. (Jueces 11, 20)

  • Saúl se negó diciendo: «No quiero comer.» Pero sus servidores, a una con la mujer, le insistieron hasta que accedió. Se levantó del suelo y se sentó en el diván. (I Samuel 28, 23)

  • Los ancianos de su casa se esforzaban por levantarle del suelo, pero el se negó y no quiso comer con ellos. (II Samuel 12, 17)

  • Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Ajab: «Levántate, toma posesión de la viña de Nabot, el de Yizreel, el que se negó a dártela por dinero, pues Nabot ya no vive, ha muerto.» (I Reyes 21, 15)

  • Pero la reina Vastí se negó a cumplir la orden del rey transmitida por los eunucos; se irritó el rey muchísimo y, ardiendo en ira, (Ester 1, 12)

  • El jefe de los eunucos les puso nombres nuevos: Daniel se llamaría Beltsassar, Ananías Sadrak, Misael Mesak y Azarías Abed Negó. (Daniel 1, 7)

  • Daniel pidió al rey que encargara de la administración de la provincia de Babilonia a Sadrak, Mesak y Abed Negó, quedando Daniel en la corte del rey. (Daniel 2, 49)

  • Pues hay algunos judíos a quienes has encargado de la administración de la provincia de Babilonia: Sadrak, Mesak y Abed Negó, que no te hacen caso, oh rey; no sirven a tu dios ni adoran la estatua de oro que has erigido.» (Daniel 3, 12)

  • Ebrio de cólera, Nabucodonosor mandó llamar a Sadrak, Mesak y Abed Negó, que fueron introducidos ante el rey. (Daniel 3, 13)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina