Encontrados 12 resultados para: Preciosos

  • Reemprendieron el camino colocando en la cabeza a las mujeres, los miños, los rebaños y los objetos preciosos. (Jueces 18, 21)

  • Josafat y su pueblo fueron a saquear los despojos y hallaron mucho ganado, riquezas y vestidos y objetos preciosos, y recogieron tanto que no lo podían llevar. Emplearon tres días en saquear el botín, porque era abundante. (II Crónicas 20, 25)

  • Su padre les había hecho grandes donaciones de plata, oro y objetos preciosos, y ciudades fuertes en Judá; pero entregó el reino a Joram, porque era el primogénito. (II Crónicas 21, 3)

  • A la vuelta de un año mandó el rey Nabucodonosor que le llevasen a Babilonia, juntamente con los objetos más preciosos de la Casa de Yahveh, y puso por rey en Judá y Jerusalén a Sedecías, hermano de Joaquín. (II Crónicas 36, 10)

  • Incendiaron la Casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén: pegaron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. (II Crónicas 36, 19)

  • y todos sus vecinos les proporcionaron toda clase de ayuda: plata, oro, hacienda, ganado, objetos preciosos en cantidad, además de toda clase de ofrendas voluntarias. (Esdras 1, 6)

  • veinte copas de oro de mil dáricos y dos objetos de hermoso bronce dorado, preciosos como el oro. (Esdras 8, 27)

  • los vestidos preciosos, los mantos, los chales, los bolsos, (Isaías 3, 22)

  • Sus mismos dioses, sus estatuas y sus objetos preciosos de plata y oro serán el botín que se llevará a Egipto, y durante algunos años se mantendrá a distancia del rey del Norte. (Daniel 11, 8)

  • Se apoderará de los tesoros de oro y plata y de todos los objetos preciosos de Egipto. Libios y kusitas le seguirán. (Daniel 11, 43)

  • Aunque Efraím dé fruto entre sus hermanos, el solano llegará, el viento de Yahveh subirá del desierto, para que se seque su manantial, y se agote su fuente; él arrebatará el tesoro de todos los objetos preciosos. (Oseas 13, 15)

  • «Saquead la plata, saquead el oro.» ¡Es un tesoro que no tiene fin, grávido de todos los objetos preciosos! (Nahún 2, 10)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina