Encontrados 13 resultados para: abandones

  • No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación. (Salmos 27, 9)

  • ¡No me abandones, tú, Yahveh, Dios mío, no estés lejos de mí! (Salmos 38, 22)

  • A la hora de mi vejez no me rechaces, no me abandones cuando decae mi vigor. (Salmos 71, 9)

  • Y ahora que llega la vejez y las canas, ¡oh Dios, no me abandones!, para que anuncie yo tu brazo a todas las edades venideras, ¡tu poderío (Salmos 71, 18)

  • Tus preceptos, los observaré, no me abandones tú del todo. (Salmos 119, 8)

  • No la abandones y ella te guardará, ámala y ella será tu defensa. (Proverbios 4, 6)

  • No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre; no entres en la casa de tu hermano el día de tu infortunio. Mejor es vecino próximo que hermano alejado. (Proverbios 27, 10)

  • Si el enojo del que manda se abate sobre ti, no abandones tu puesto, que la flema libra de graves yerros. (Eclesiastés 10, 4)

  • Con todas tus fuerzas ama al que te hizo, y a sus ministros no abandones. (Eclesiástico 7, 30)

  • No abandones a un viejo amigo, porque el nuevo no le iguala. Vino nuevo, amigo nuevo, cuando sea añejo, con placer lo beberás. (Eclesiástico 9, 10)

  • Oh Señor, padre y dueño de mi vida, no me abandones al capricho de mis labios, no permitas que por ellos caiga. (Eclesiástico 23, 1)

  • Clamé al Señor, padre de mi Señor: «No me abandones en días de tribulación, en la hora de los orgullosos, cuando no hay socorro. Alabaré tu nombre sin cesar, te cantaré en acción de gracias.» (Eclesiástico 51, 10)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina