Encontrados 23 resultados para: asiento

  • Su asiento se extendió desde Mesá, en dirección a Sefar, al monte del oriente. (Génesis 10, 30)

  • Todo lecho en que duerma el que padece flujo será impuro y todo asiento en que se siente será impuro. (Levítico 15, 4)

  • Cuando llegó, estaba Elí en su asiento, a la puerta, atento al camino, porque su corazón temblaba por el arca de Dios. Vino, pues, este hombre a traer la noticia a la ciudad, y toda la ciudad comenzó a gritar. (I Samuel 4, 13)

  • A la mención del arca de Dios, cayó Elí de su asiento, hacia atrás, en medio de la puerta, se rompió la nuca y murió, pues era anciano y estaba ya torpe. Había sido juez en Israel durante cuarenta años. (I Samuel 4, 18)

  • Tomó Samuel a Saúl y a su criado y los hizo entrar en la sala, y les dio un asiento a la cabecera de los invitados, que eran unos treinta. (I Samuel 9, 22)

  • Jonatán le dijo: «Mañana es novilunio y se notará tu ausencia, porque mirarán tu asiento. (I Samuel 20, 18)

  • Se sentó el rey en su asiento, como de costumbre, en el asiento de la pared; Jonatán se sentó enfrente y Abner al lado de Saúl; el asiento de David quedó vacío. (I Samuel 20, 25)

  • Al día siguiente del novilunio, el segundo día, se fijaron en el asiento de David, y Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido a comer ni ayer ni hoy el hijo de Jesé?» (I Samuel 20, 27)

  • El trono tenía seis gradas y un respaldo redondo en su parte posterior con brazos a uno y otro lado del asiento; dos leones de pie junto a los brazos (I Reyes 10, 19)

  • Le habló con benvevolencia y le dio un asiento superior al asiento de los reyes que estaban con él en Babilonia. (II Reyes 25, 28)

  • El trono tenía seis gradas y un cordero de oro al respaldo, y brazos a uno y otro lado del asiento, y dos leones, de pie, junto a los brazos. (II Crónicas 9, 18)

  • Después de esto, el rey Asuero elevó al poder a Amán, hijo de Hamdatá, del país de Agag; le encumbró y colocó su asiento por encima de todos los dignatarios que estaban con él; (Ester 3, 1)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina